En medio de un mundo tan masificado como el de la medicina estética, la doctora Rita Sêco defiende su propio “país de las maravillas”. Un universo en el que la verdad vence al marketing y la salud, y el bienestar prima por encima de la belleza exterior.
"Hay muchas cosas malas en medicina estética, es un mundo salvaje, por eso intento proteger a mis clientes pero también a mí misma. No me comparo con nadie (...) Los mejores resultados llegan con la experiencia y la experiencia se consigue con muchas horas en consulta. Así he conseguido construir mi propio mundo", nos cuenta la doctora en exclusiva.
Con más de una década de experiencia en Oporto (Portugal) donde tiene su propia clínica, Galerie Clinic, Rita nos recibe para hablar largo y tendido sobre los peligros y beneficios de la medicina estética.
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¿A qué crees que se debe tu éxito?
Creo que es esencial el boca a boca de mis pacientes. Quiero transmitir la verdad sobre los tratamientos respetando la naturalidad. No me preocupo por el marketing, quiero encontrar los mejores resultados en mis clientas. A lo largo de toda mi carrera siempre me he preocupado por mantener la piel saludable y conseguir resultados que sean visibles a lo largo del tiempo y no en el momento.
A diferencia de otros médicos estéticos yo siempre intento evitar el relleno al máximo para mantener a la persona lo más saludable posible. Para mi lo más saludable es inyectar menos cantidad de producto. Quiero que mis pacientes sepan que nada de lo que yo les voy a poner les va a causar ningún daño en 10 años. Quiero transmitir mi conocimiento y dar diferentes opciones de lo que creo que es mejor para cada persona. Nunca vender, siempre proponer. Ese es el lema que defiendo con todo mi equipo.
¿Crees que se le ha perdido el miedo a la medicina estética?
El marketing siempre vende un ‘ponte, no te va a hacer daño…’ y no es verdad. El consumidor escucha en todos lados que es normal hacerse medicina estética, que es normal ponerse bótox o ácido hialurónico. Eso no está bien.
Esta profesión se ha desviado a un sector mucho más comercial del que yo me quiero desligar rotundamente. La gente vende una ilusión sobre estética. Yo soy muy realista y le digo a mis clientas que quizás no es el momento o yo no quiero poner más producto y otros médicos te dicen ‘dime todo lo que quieres que te lo hago’.
¿Has tenido algún problema con alguna paciente por no querer hacer algún tratamiento?
Si. Durante mis inicios algunas pacientes se enfadaban porque sentían que no las quería tratar. Venían a la clínica diciéndome ‘si te voy a pagar tienes que hacérmelo’. Y, lo siento, yo no estoy de acuerdo. Si me piden una cosa que se que no es beneficiosa para ti o que creo que no va a quedar bien en un futuro no puedo hacerlo. No es ético, no es correcto. Debería haber mucha más responsabilidad socialmente en todo esto.
Yo solo pretendo transmitir lo que mi experiencia me ha dado. Estoy segura que en unos años va a empezar a salir a relucir las cosas malas de la medicina estética. Ahora empezamos a ver cómo algunas famosas están eliminando muchos tratamientos que se hicieron hace 20 años. Al principio no te das cuenta del cambio pero siempre queda un poco de producto, por eso hay que ir poco a poco. La piel tiene un límite para quedar bien.
De todos los tratamientos que realizas, ¿cuál es el más demandado?
Los bioestimuladores. La preocupación mayor de las pacientes en la actualidad no es tanto el volumen como la flacidez. Y ahí entramos con tratamientos de bioestimuladores de colágeno que podemos hacer con cánulas o hilos una o dos veces al año. Es un tratamiento que me gusta mucho porque consigo tratar zonas que con líquido me da más miedo.
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¿A qué edad se recomienda poner bótox?
No existe una edad concreta para comenzar con la medicina estética porque depende de muchos factores. Te lo tienes que poner cuando tu rostro comience a moverse mucho y puede ser con 30, 35 o menos. No vamos a poner en la piel cosas que no necesitamos. La medicina estética honesta se encuentra en la prevención. Ni antes ni después.
Estamos en un mundo muy consumista y las redes sociales lo motivan mucho más. Es peligroso el uso de esos filtros que se utilizan para captar a más personas y, bajo mi punto de vista, en la salud no vale todo.
Con tu experiencia, ¿cuál es el tratamiento que marca la diferencia para presumir de piel radiante?
El láser para eliminar manchas. Si consigues una piel cuidada va a transmitir un plus de salud y juventud, incluso más que otro rostro sin arrugas pero con alguna mancha.
¿Todavía es un tema tabú que los pacientes hablen abiertamente de los tratamientos que se han hecho?
Creo que está cambiando. Siempre habrá un grupo que identifico como empresarias, a ellas no les gusta hablar de lo que se hacen. Sin embargo, hay otro grupo más social a las que les encanta contar todo lo que se hacen. No creo que sea tanto como negarse a decirlo sino como modo de protección. El mundo te va a criticar siempre hagas lo que hagas. Eso es lo que veo en mis clientas.
Yo nunca he pedido a las mujeres famosas que confían en mí que publiquemos una foto porque lo más importante para mí es que le guste mi trabajo. De hecho, muchas veces les pido que publiquen un mes o un año después, cuando ya saben como trabajo y les gustó. Así pueden hablar con la verdad.