En una rutina frenética en la que cada tarea devora a la anterior, encontrar un espacio para cuidarnos puede ser una auténtica aventura. Para qué negarlo, muchas carecemos de los aconsejados 30 minutos de cuidado personal por la mañana, con la que ‘supuestamente’ conseguimos un aspecto fresco y descansando, llevándonos a una rutina abrupta en la que, en menos de 10 minutos, conseguimos suplir todos los pasos con unos cuantos productos multitasking.
Estos, si aún no los conoces, son aquellos productos de cuidado facial que aúnan varios beneficios en una simple fórmula, consiguiendo minimizar la rutina diaria, pero manteniendo el mismo efecto ‘buena cara’ que si desarrollaremos rituales más complejos y amplios, como puede ser el coreano.
Un carácter multiacción que, en los últimos años, no ha dejado de ganar posiciones en la industria de la belleza, llegando incluso hasta aspectos más especializados como puede ser el sector del maquillaje y las populares cremas con color que, incluso, sustituyen a esenciales como las bases de maquillaje.
¿Qué son las cremas con color y qué pueden hacer por mí?
En palabras de Rosa Roselló, directora de formación de Druni, “una crema con color combina hidratación y tratamiento antiedad con una ligera cobertura de color.” Estas, a diferencia de las bases tradicionales, que están diseñadas principalmente para cubrir imperfecciones y unificar el tono, brindan al neceser diario una textura más ligera, casi imperceptible en la piel en la que, además, se busca tratar internamente el aspecto de la piel.
Pero, ¿cómo consiguen esta acción híbrida entre hidratación y cobertura? La clave está en su formulación, ya que, como ocurre con las cremas tradicionales, “contienen ingredientes activos como el retinol y la vitamina C, que no solo mejoran el aspecto inmediato, sino que también cuidan la piel a largo plazo”, añaden desde Druni.
Además, se trata de un producto fantástico para aquellas que buscan dar un toque de color a la piel, “sin que el acabado resulte demasiado artificial y además queremos trabajar y mantener la hidratación duradera de nuestra piel. En ocasiones, si las bases son muy cubrientes, pueden marcar o cuartear las arrugas, algo que evitaremos utilizando un producto más ligero como estas cremas” apunta Edurne Arraiza, Co-fundadora de TSUKI Japanese Cosmetics.
La crema con color que agotan las +60 en Amazon por su acción antiedad
Tal ha sido la popularidad y efectividad de estas cremas con color que, durante las últimas semanas, portales de venta como Amazon han posicionado a una de ellas como uno de los productos más vendidos de la sección de belleza. ¿De cuál hablamos? De la ‘DD Cream de Atashi’, un tratamiento facial que combina activos con pigmento para un aspecto diario, saludable y muy natural.
Con más de mil valoraciones en el portal web y más de doscientas ventas en el último mes, esta crema ha conseguido el aprobado de las prescriptoras más experimentadas gracias a su compleja fórmula en la que, además de estos destellos de color, encontramos principios activos como el Retinol, la Vitamina C y E, con los que conseguimos trabajar la piel desde dentro, combatiendo los principales signos de envejecimiento.
Una potente acción que especialistas como Belén Acero, farmacéutica especialista en dermofarmacia y Titular de Farmacia Avenida América, reafirman añadiendo como la Vitamina C y el Retinol son dos activos excelentes para incluir en un tratamiento antiedad superados los 50 y un dúo fantástico con el que elevar cualquier crema de tratamiento con color.
“El retinol es uno de los ingredientes más poderosos en el tratamiento antiedad. Estimula la renovación celular, mejorando la textura de la piel, reduciendo las líneas de expresión y aumentando la producción de colágeno. Por su parte, la Vitamina C se presenta como un potente antioxidante que combate los radicales libres y ayuda a igualar el tono de la piel. Además, promueve la luminosidad y refuerza la barrera cutánea, siendo ideal para las pieles maduras, porque suaviza manchas oscuras y mejora la elasticidad”, apunta Acero.
Y si la acción antiedad de esta crema de tratamiento con color no fuese suficiente, también incluye en su fórmula un factor de protección SPF 15 que, combinado con una mezcla microemulsionada de aceites biológicos de jojoba, mimosa y girasol, consigue proteger la piel de los radicales libres, optimizando aún más esta lucha contra el envejecimiento prematura de la piel.
En definitiva, una propuesta completa, con la que a través de sus pigmentos de color conseguimos cubrir pequeñas imperfecciones y conseguir un efecto buena cara en el día a día, pero con la que también trabajamos la piel desde dentro, mimándola y mejorándola a medio-largo plazo. Además, como punto extra, incluye un descuento del 40%, pudiendo conseguir este tratamiento por menos de 20 euros en cualquiera de sus cuatro tonos diferentes.
¿Por qué sustituir una base de maquillaje por una crema con color?
Eso sí, no siempre cremas con color como la de Atashi se ganan el reconocimiento de las consumidoras más asentadas, quienes ven en estos productos multiacción una fórmula ágil para la rutina, pero no completa para sus diferentes necesidades. Un falso mito que, desde el sector experto, buscan eliminar defendiendo los múltiples beneficios que estos tratamientos con color brindan a todo tipo de pieles, especialmente las maduras.
“A partir de los 60 años, la piel comienza a demandar más hidratación y productos que realmente aporten beneficios a nivel celular. Las cremas con color son una excelente opción porque hidratan, unifican el tono de manera suave y tratan la piel con ingredientes activos. A diferencia de una base de maquillaje más densa, no marcan líneas de expresión ni dan un aspecto pesado. Es ideal para quienes buscan un look natural y radiante sin renunciar al cuidado de su piel”, apunta Rosa Roselló, directora de formación de Druni.
¿Cómo aplicar correctamente una crema con color?
Ahora bien, si más allá de sus bondades, la gran duda que te asola es su manual de uso, Roselló es firme: lo primero es preparar bien la piel y luego iremos incluyendo cada tratamiento, bien sea un suero, un contorno o una crema con color, como la mencionada anteriormente.
“Siempre recomiendo limpiar el rostro con un limpiador suave y aplicar un sérum o crema hidratante, según las necesidades de cada persona. A continuación, coloca una pequeña cantidad de crema con color en el dorso de la mano. Usa las yemas de los dedos o una brocha suave para extenderla desde el centro del rostro hacia afuera, asegurándote de cubrir bien las áreas donde suelen aparecer manchas o enrojecimiento”, explica la experta quien, además, recomienda “reaplicar durante el día sin que se vea sobrecargada. Y si buscas un toque extra de luminosidad, puedes complementar con un poco de iluminador o rubor en crema.”
Tres tratamientos con color para añadir al neceser esta temporada
Y si, una vez aprendidos todos los aspectos que asolan a este nuevo universo de tratamientos con color, quieres sumergirte de lleno en ellos, sin aventurarte de forma precipitada a la fórmula de Atashi, desde Lecturas te recomendamos otras tres ideas disponibles en el mercado, para conseguir una piel bonita, pero sobre todo saludable, en el día a día.
Se trata de una crema con color que brinda cinco acciones en una: hidrata, unifica, afina, difumina y protege con efecto buena cara. Un todo en uno con el que mejorar el aspecto en cuestión de segundo, manteniendo un aspecto refrescante y sutilmente esculpido, gracias a los pigmentos de color presentes en su formulación.
Este tratamiento con color combina la hidratación de cualquier crema con pigmentos modulables que ofrece una cobertura ligera, perlada y un efecto seda apto para todo tipo de pieles. Además, dentro de su formulación encontramos ácido hialurónico,manteca de karité y escualeno, así como vitamina E, para una piel saludable y protegida.
Además de dar color, este tratamiento cuenta con principios activos de vanguardia como son los neuropéptidos, el activo estrella para unir las células de la piel; la margarita despigmentante; el bisabolol, un gran antioxidante o un factor SPF20 con el que, además, protegemos nuestra piel de agresiones externas.
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