Sabemos que cuando termina el verano, empezamos a despedirnos de cosas como las vacaciones, nuestro moreno y, por último, de ese cabello que se queda en nuestro cepillo. Lo primero de todo es que no debemos alarmarnos por la caída de pelo, a menos de que realmente sea en exceso. Es normal que perdamos de 50 a 100 cabellos diarios, cifra que puede multiplicarse (e incluso triplicarse) en otoño. Pero para evitar esa caída tan inevitable, hay que tener en cuenta una serie de pautas sencillas que consisten en saber cuáles son las cosas perjudiciales para él. Como en todo, es imprescindible llevar una alimentación variada donde aparezcan las vitaminas necesarias para que crezca con fuerza. Los lácteos, carnes rojas, el arroz, la calabaza y la fruta son algunos de los ingredientes que no pueden faltar en tu dieta diaria. Esto no quiere decir que debamos decir adiós a esas vitaminas para el cabello una o dos veces al año, concretamente debemos tomarlas en primavera y en verano.
Por supuesto que, además de cuidar nuestra alimentación, hay que tener en cuenta (y evitar) una serie de factores que pueden dañar nuestro pelo. No te creas eso de que lavar a menudo el cabello puede ser malo para esta caída. Todo el pelo que se pierde en cada lavado no está provocado por el champú, es pelo que tiene que caerse. Eso sí, como te hemos recomendado, es recomendable que utilices productos sin componentes químicos y con PH neutro.Durante este lavado prueba a darte un pequeño masaje de un minuto. Sabemos que no te relajará igual que el de la peluquería, pero estimular la circulación y así retrasar un poco más esa caída de pelo.
Evita en la medida de lo posible el calor extremo en nuestro cabello producido tanto por las planchas de pelo, como por el secador. Lo mejor es secar el pelo al aire, y boca abajo para estimular la circulación sanguínea. Bueno, y ya de paso, para darle más volumen a tu peinado. Y para terminar, cepíllate cada noche para eliminar la suciedad que está guardando tu pelo durante ese día.