Con el cambio de temporada las modas se transforman incluso en las manicuras. Decimos adiós a los tonos más vibrantes para recuperar la pasión por los rojos, los negros y colores renovados como el marrón o el verde. Sin embargo, nunca hay que cerrar las puertas al color y es que teniendo en cuenta los días grises que empiezan a acompañarnos con la bajada de las temperaturas nada mejor que apostar por un toque de distinción en nuestras manos.
Aunque es una apasionada de los tonos oscuros para el invierno, Adara Molinero ha acudido a su centro de belleza de confianza y nos ha enamorado con su última elección. La que fuera ganadora de ‘GH VIP 7’ ha cambiado el tono burdeos que llevaba por una tonalidad muy elegante y chic a caballo entre el azul y el gris, que se convertirá en una de las tendencias más aclamadas del invierno. Es sencilla, sofisticada y perfecta para combinar con cualquier look navideño. ¿Estás de acuerdo?
Adara Molinero presume de nueva manicura
Aunque es una base que combina a la perfección con detalles más festivos y tan de moda como los brillos o dibujos navideños, Adara ha preferido lucirlas en su versión más minimal con su habitual forma almendrada y de un largo muy cómodo, ideal para las mujeres todoterreno como ella.
Si estás cansada de los colores de siempre, esta es la alternativa perfecta para dar ese protagonismo justo a tus manos que, aunque no lo creas, combina absolutamente con todo, ya sea el estilismo más festivo o el look comfy para ir al gym, sea como sea le aportará una buena dosis de actualidad. Desde hace años, la manicura se ha convertido en una pieza clave en lo que a estilo se refiere y el diseño de las uñas es imprescindible para que tu look sea un 10.
Laca de uñas Nail Lacquer Colección Los Angeles OPI (17,30 euros)
Una nueva etapa cargada de cambios
“Tengo unas ganas increíbles de vivir, y con esto no me refiero a encontrar a nadie. Tengo ganas de disfrutar, de dedicarme tiempo a mi y a mi niño. Hacía mucho tiempo que no me sentía así”, con estas palabras Adara Molinero ha dado carpetazo a un año repleto de cambios. La madrileña conseguía la casa de sus sueños, una mudanza que se veía ensombrecida por su ruptura definitiva con Rodri Fuertes después de un año de idas y venidas.
Con el paso de los meses, la joven, de 29 años, ha conseguido llegar a ese punto de calma que tanto ansiaba en los últimos años y que, ahora sí, le han abierto las puertas de una etapa cargada de ilusiones no solo en lo relativo a su vida personal sino también en lo profesional.