Está claro que correr sabemos todos, otra cosa es que tengamos las ganas para incluir este ejercicio en nuestra rutina diaria. Es una de las actividades preferidas de la mayoría, no solo por su facilidad, sino porque no es necesario acudir a un gimnasio para hacerlo. Pero, aunque creamos que lo sabemos todo, hay algunos errores que solemos cometer y que son igual de importantes que el hecho de correr. Por eso, te damos los cinco consejos básicos para que vuelvas con fuerzas (y con cabeza) a hacer ejercicio.
1. ¿Cuánto correr?
Cada persona es totalmente diferente, pero el tiempo estimado recomendado es de 40 minutos. Si consigues correr durante ese tiempo a un buen ritmo, durante tres días mínimo a la semana, conseguirás tu meta. Al principio no es necesario tener que forzar para llegar a esa meta, es mejor correr menos tiempo y más rápido, que no ir andando y fatigada la mitad del trayecto.
2. Ir cambiando de trayecto
Para que nuestro cuerpo no se acabe acostumbrando a este ejercicio es recomendable ir cambiando de trayecto, y así incorporar más obstáculos, como cuestas o días con series para alternar.
3. ¿Cómo correr?
En este punto tienes que tener en cuenta tanto la postura, como la respiración. Ambas cosas son igual de importantes para realizar ejercicio, por eso hay que prestarles especial atención. La cabeza siempre tiene que ir mirando al frente, los hombros relajados, las rodillas hacia arriba, sin excederse, y los pies apoyando sobre el talón y la mitad del pie para hacer fuerza en los gemelos. También es importante hacer respiraciones cortas cuando empezamos a cansarnos porque las largas y profundas nos pueden llegar a fatigar.
4. Qué ponerse para hacer running
Por supuesto que nada de ropa de calle, pero tampoco es recomendable no utilizar ropa específica para correr, donde la piel no transpire y los pies sufran. Es importante conseguir unas deportivas que cumplan su función de running, para que al apoyar el pie no se vaya haciendo daño. En cuanto al conjunto deportivo, no solo es conveniente decir adiós a las capas para que nuestro cuerpo no sude demasiado y así se deshidrate, sino que si no transpira bien puede provocar problemas en la musculatura y articulaciones.
5. Preguntarte por qué corres
Márcate un objetivo claro, para que cada vez que tus ganas disminuyas no pierdas el foco de lo que quieres conseguir. No olvides que el deporte es esencial para tener más energía y salud, y que tres días a la semana no es nada. Al principio será duro, pero cuando cojas el hábito, será un paso más de tu rutina. Justo en ese momento puedes plantearte hacer otros ejercicios específicos para trabajar otros músculos del cuerpo, como los abdominales, los glúteos y gemelos.