Si hace unos días veíamos a una Zayra Gutiérrez de lo más cambiada responder a las preguntas de la prensa con un sonoro portazo en el chalet donde vive con su madre, Arancha de Benito, ahora descubrimos que la joven, que se ha convertido en el centro de las críticas debido a su comportamiento reprochable frente a la pandemia, ha tomado una decisión drástica.
Zayra Gutiérrez, hasta ahora, no ha tenido problema alguno de compartir cada una de sus salidas de fiesta. Sin respetar la distancia de seguridad y con la mascarilla brillando por su ausencia, la hija de Guti subía cada noche sus aventuras de farra en farra. Salidas nocturnas sin normas que se han convertido en tema de discusión y la han hecho la protagonista de las últimas semanas. Tras una primera pillada, por su cumpleaños, cuando celebró una salvaje fiesta, y tras la que le tocó disculparse, sus salidas nocturnas han seguido por la misma línea. A pesar de haber entonado el mea culpa, parece que este no caló en ella y siguió haciendo lo mismo, de ahí que vuelva a estar en el disparadero de la polémica.
Después de que sus juergas y su falta de prudencia ante una situación tan crítica como la que estamos viviendo (la tasa de contagios se encuentra disparada) le hayan valido sonoras reprimendas en programas de actualidad, sus redes sociales se convirtieron en un hervidero de insultos y reproches. Harta de esto, Zayra ha tomado una determinación. A partir de ahora nadie le afeará su conducta. Ha bloqueado los comentarios en sus publicaciones. Gutiérrez parece hacer eso de ojos que no ven, corazón que no siente; y el canal al que ella está más conectada, Instagram, no le devolverá todas las regañinas que ha estado recibiendo debido a su comportamiento poco cívico.
Llama la atención que, a pesar de haber bloqueado los comentarios y no quererse enfrentar a las críticas, Zayra Gutiérrez continúa manteniendo su perfil en Instagram público, por lo que cualquiera puede ver sus andanzas… ¿será una estrategia para que sigan hablando de ella?