El viernes, en el Deluxe, descubrimos otra cara de Ylenia, bastante menos tiki-tiki y más thinking-thinking. La rubia dejó a todos asombrados con su elevado cociente intelectual que la sitúa bastante por encima de famosos como el Pequeño Nicolás, que se quedó en escasos 90 puntos. Padilla sacó una puntuación de 130, lo que la coloca en el umbral de los superdotados.
¿Quién nos iba a decir que la exrubia oxigenada era todo un cerebrito por el que podrían pelearse las mejores universidades del planeta? ¡Y ella desperdiciando neuronas en noches de fiesta sin control! A saber qué nota habría sacado si no hubiera desbarrado en Gandía Shore, de donde, seguro, salió con varias decenas menos…
Ella no es la única famosa cuyo cociente nos ha dejado perplejos. Siempre que recordamos que personas como Arnold Shwarzenegger o Paris Hilton sobrepasan los 130, también tenemos que volvernos a encajar la mandíbula puesto que se nos desploma de golpe.
Algunos podrían entenderse, como el de Madonna o Shakira que han desarrollado unas carreras brillantes en la música, con una asombrosa capacidad de reinventarse (especialmente la primera) y de fascinarnos en cada uno de sus nuevos roles.
Quién sabe si detrás de nuestra Ylenia se oculta una futura mujer de negocios como Paris Hilton, con gran ojo para los proyectos laborales y con una sed enorme de ambición. Nos la imaginamos perfectamente a la cabeza de su propio imperio: el imperio máximo, ¿vale, tete?. En el que haya de todo, perfumes, líneas de ropa, realties, muñecas… ¿está preparada Ylenia para sorprendernos de esta manera? ¿está España mentalmente preparada para ello? Solo hay una manera de averiguarlo: ¡¡Arrancateeee, Yle!!