Tensión y expectación máximas en ‘Viva la Viva’ con la inesperada intervención telefónica de Toñi Salazar. Tras el abandono de las Azúcar Moreno de ‘Supervivientes’ en cuestionables condiciones según la cadena, la idea que Jorge Javier Vázquez repetía en la gala ante la audiencia estaba clara: era la última vez de las hermanas Salazar en Mediaset (“sois personas non grata, tardaréis en volver a pisar un plató”). Vetadas en todos sus canales, con bronca en directo incluida, el giro de los acontecimientos ha llegado a través del programa de Emma García.
Luis Rollán advertía de que el director del programa se la estaba jugando con su decisión, pero Toñi Salazar ha entrado a través del teléfono del propio colaborador. “Tengo que hablar”, decía Salazar acusando una necesidad imperante de explicarse tras haber sido señaladas por defraudar a la productora habiendo planeado previamente su abandono y con todas las miradas puestas en el robo en casa de la artista.
El discurso nada ha tenido que ver con el silencio imperante en su intervención en la última gala de ‘Supervivientes’. “Yo no quería fallar, mi cabeza me traicionó y si tengo que pagar, pagaré toda mi vida”, sentenciaba. “Me han robado, tengo que irme de mi casa y me estoy quedando con mi hijo, estoy temblando… Me va a costar la salud ‘Supervivientes”, ha llegado a decir la cantante emocionada.
Loas a la productora y al concurso explicando que, tanto su hermana Encarna como ella había hablado mientras aún estaban en la isla en una cabaña previamente a su abandono: “Son unos señores, nos han tratado estupendamente y les estamos eternamente agradecidas”. “Soy una mujer decente que vive de su trabajo, que no digan que soy una estafadora ni que Azúcar Moreno es una mierda. Tengo un público desde hace 40 años, por el amor de Dios, que me crean”, ha rogado defendiendo su inocencia.