El asunto Julio Iglesias sigue trayendo cola. Cuando ya pensábamos que estaba todo finiquitado y no había más que hablar, vuelve a estallar la tensión en pleno directo. Ocurrió con la visita de Makoke a Viva la vida. La colaboradora trató de mantener su versión y no entrar en más conflicto, algo que no acabó se sentar bien a la presentadora. Cada uno mira por su espacio y Emma García, por supuesto, lucha por su programa...
Makoke tenía que enfrentarse, de nuevo, a a un asunto que le ha traído de cabeza en los últimos meses. La ex de Kiko Matamoros, cuando ya creía que tenía todo atado acerca de su supuesto romance con Julio Iglesias, tenía que volver a las andadas. Emma García, en Viva la vida, preguntaba a la modelo si, de verdad, el cantante se había enterado de todo lo ocurrido a través de televisión.
"Yo no tengo ningún interés en que me crean", aseguraba Makoke. "No voy a sacar pruebas, que me da igual. Yo no lo he hecho público y me da exactamente igual que me crean o que no me crean". La exconcursante de 'GH VIP' trataba de volver a cerrar el tema. "Yo no quiero saber nada de esta historia". Esto no terminaba de gustar a Emma, pues no sería la primera vez que Makoke hablaría sobre este affaire en Sálvame y no en Viva la vida.
Las visitas de Makoke a ‘Sálvame’ y ‘Sábado Deluxe’ han hecho enfadar a Emma García. La presentadora de ‘Viva la vida’ no ve con buenos ojos que la colaboradora de su programa calle en su programa y luego vaya, cobrando a otros espacios de Telecinco a contar lo que se niega a confesar en ‘Viva la vida’. Cansada de que Makoke no hable, en el último programa, la vasca ha cargado contra ella con una frase que no puede ser más concisa y simple.
"Pero a ver Makoke, no me hagas lo de siempre, que luego aquí no lo cuentas y luego lo haces en Sálvame. No... que luego me enfado mucho", aseguraba García con ironía. La presentadora se lleva muy bien con todos sus colaboradores y sabe que han sido numerosas las ocasiones en las que han hablado de los temas más candentes en su programa. Cada uno lucha por lo suyo y a Emma, a compromiso con su trabajo, no le gana nadie. Por suerte, la tensión acabó más pronto que tarde.