La finca Cetrina es el emblema del éxito de Enrique Ponce en los ruedos. Es un terreno inmenso con una vivienda situada en Navas de San Juan (Jaén). Tiene 900 hectáreas de terreno, una casa de 1.200 metros cuadrados, su puerta principal es una réplica de la puerta de la Maestranza de Sevilla, tiene plaza de toros, piscina, capilla, varios pabellones de entrenamiento, olivos, ganado vacuno y en su momento incluso toros bravos y sementales. Sin duda es la joya de la corona inmobiliaria de cualquiera, pero también es una tierra con una gran historia detrás.
Cetrina vio evolucionar la relación de Enrique Ponce con Paloma Cuevas, que duró 24 años, vio comenzar a caminar y hacer la comunión a sus dos hijas, y por supuesto fue testigo de la trayectoria del diestro en el terreno profesional. Cuando en 2021 firmaron su divorcio no hubo dudas de que la finca era de él, de hecho, estaba fuera de los bienes gananciales, por lo que ni siquiera había lugar a dudas o discusión. Pero parece que a Ana Soria no le gusta tanto el campo como a él, y eso habría derivado en que él la pusiera en venta, lo que sin duda es una operación difícil porque el precio es acorde al tamaño y los servicios, y los tiene todos.
Enrique Ponce ha tenido que tomar importantes decisiones desde que su vida cambiara de rumbo y junto a su nueva pareja. Ana Soria, que se lleva más de 20 años con Ponce, conoció al torero por Instagram en 2018 pero no fue hasta dos años más tarde cuando se hizo público su romance. Cuando salió a la luz su historia de amor fue toda una revolución y ambos reconocieron tiempo después sufrir por los comentarios y feroces críticas. No obstante, casi cuatro después continúan felices y enamorados.
"Ana es la mujer de la que estoy enamorado locamente. Por muchísimas cualidades humanas que ella tiene y que podría estar enumerando aquí, pero hay una que sobresale y es el corazón tan grande que tiene, es buena persona de verdad", dijo el exmarido de Paloma Cuevas en su entrevista en 'El Hormiguero'. "Es muy fuerte, tiene una gran fortaleza y ha sabido soportar muy bien todas las injurias y calumnias, le han juzgado por el mero hecho de haberse enamorado de mí y todavía le quiero más", añadió manifestando el intenso amor que siente hacia su novia.
Ambos son conscientes de que eso es un hándicap y quizá por ello buscaron una segunda opción, la de alquilarla para eventos de manera puntual. Ya se han celebrado allí varias bodas y a juzgar por las opiniones de los novios, parece todo un acierto: ���sin duda alguna Cetrina es la finca más impresionante que hemos visto” dicen unos novios, “el mejor sitio del mundo para celebrar una boda. No sólo por los espacios que son maravillosos (la plaza de toros, el salón, los jardines, patios...) ¡Son espectaculares! También por las personas que lo gestionan... Todo son facilidades, que es lo que desea cualquier novia, luchan para que todo salga de cine, ayudan en todo y más, se implican como si fuera su boda. Me volvería a casar una y otra vez, pero siempre en Cetrina y con este equipazo” dice otra novia feliz.
Pero hay muchas más reseñas. “El día 3 de septiembre mi marido y yo tuvimos la gran suerte de ser la primera pareja en celebrar su enlace en finca Cetrina. La experiencia es difícil de calificar en unas solas palabras. Tanto el lujo de las instalaciones como la decoración hacen que esta finca sea única y especial, ¡una auténtica locura!” explican los afortunados que la estrenaron en septiembre de 2022. Y más allá de estas palabras, lo que todas más admiran es el equipo que lo organiza todo, de manera que la selección del mismo ha sido todo un acierto del diestro y su chica, si es que ha participado en ello.
Pero al margen de estas celebraciones y de que no sea el sitio ideal para Ana si se tiene que plantear vivir allí, si lo es para pasar fines de semana y disfrutar de grandes amistades. En la época de Paloma, aquellas tierras fueron testigos de un supuesto romance furtivo entre Genoveva Casanova y Luis Miguel, toda una paradoja teniendo en cuenta que ahora es la primera la que comparte vida con el Sol de México, e hizo que se conocieran los ya ex matrimonio, Adriana Carolina Herrera y El Litri, entre otras muchas otras personas. Pero si algo reinaba era la discreción. Lo habitual era que nadie en el pueblo, que queda retirado, supiera quién había estado en la finca, y por supuesto apenas salían de allí.
Ahora sin embargo eso ha cambiado, y algunos dueños de establecimientos de Navas de San Juan apuntan a que no es raro que algunos fines de semana llegue hasta allí gente joven y que compren para hacer barbacoa o bajen en determinados momentos a tomar algo al pueblo, todo parece mucho más sencillo y cercano, aunque tampoco es algo que ocurra de manera recurrente, si no de forma puntual.
Todo esto demuestra una vez más que la vida de Ponce ha cambiado mucho desde que se mudara a Almería y se divorciara. Está bastante unido a la familia de su chica, con la que se ha dicho en innumerables ocasiones que se va a casar, pero todavía no ha sido así, y pasa tiempo con muchos de sus amigos que son, al igual que ella, mucho más jóvenes que él, lo que no parece ser un problema para nadie.
Pero no siempre las cosas son así, hay ocasiones, como el pasado fin de semana del 11 de mayo en que son las amistades de Enrique las que acuden al ya emblemático lugar. En esta ocasión celebraron allí la boda de Baltasar Garzón y Dolores Delgado, contrajeron matrimonio en diciembre y ahora lo han celebrado con familia y amigos, entre los que se han encontrado Ana y Enrique, como no podía ser de otra forma. No hay duda, y la Cetrina no es una excepción, la vida de Ponce ha cambiado mucho, aunque él parece ir en sintonía y feliz.