Violeta Mangriñán triunfa: las cifras y datos que demuestran que el 2024 ha sido un año de ensueño para la influencer

Violeta ha confesado no estar pasando por su mejor momento y a pesar de eso en este 2024 no solo ha cumplido sus sueños, si no que estos se han hecho más grandes de lo que jamás pensó

Noelia Zazo
Noelia Zazo

Periodista especializada en corazón

Violeta Mangriñán
Gtres

Violeta Mangriñán (30 años) es una de las grandes influencers del momento, de eso no cabe duda. Su relación con Fabbio Coloricchio (34 años), su aparentemente idílica vida como mamá, su asistencia constante a eventos y alfombras rojas y su unión con marcas mundialmente reconocidas podrían llevar a pensar que en su vida todo es glamour y alegría. Pero nada más lejos de la realidad, y es que a pesar de que este año tiene mucho que celebrar ha confesado que está pasando por un momento muy complicado. Ella misma explicó esto a través de las redes, en las que no dio un motivo concreto, pero sí descartó que fuera por el reciente fallecimiento de su abuela a la que estaba muy unida, y el paso de los días también ha hecho que se descartase una posible crisis con Fabio con el que le hemos visto compartir su día a día con total normalidad.

Laboralmente le va mejor que nunca, por lo que se desconoce el porqué de sus palabras que fueron las siguientes: "Hola. Quiero ser sincera con vosotros porque siempre lo he sido. Estoy pasando por uno de los peores momentos a nivel personal en muchos años, no solo por la pérdida de mi iaia, ni por la tragedia en mi tierra (que de alguna forma nos ha afectado a TODOS). En lo profesional está todo más que bien, pero inevitablemente siento que al no estar bien de alguna forma me afecta a todos los niveles. Solo quería ser sincera y pediros un poco de paciencia y comprensión, por si me veis algo decaída o triste".

Un sueño cumplido

Hace referencia entre otras cosas al desastre sucedido por la Dana en Valencia, puesto que ella es valenciana, y reconoce también que ha sido un año maravilloso en el terreno profesional. No es para menos, pues cuando arrancó el 2024 su gran incógnita era si Maisonmatcha, su gran proyecto empresarial funcionaría. Se trata de una cafetería especializada en esta bebida de la que ella se declaró fan absoluta un año antes. Es uno de los primeros establecimientos dedicados al té matcha en la capital, aunque también sirven otras cosas. El concepto está pensado para cogerlo y llevártelo y su éxito ha sido tal que en la hora punta de entrada a las oficinas hay incluso cola para pasar. Y de ahí el segundo gran proyecto que ya está en marcha, un nuevo local con la misma función y producto, pero con espacio para poder sentarse a disfrutar de un desayuno o merienda. 

Lo que quiere decir que Violeta no solo ha cumplido un sueño, es que además ese sueño ha crecido y eso no es fácil. “No podía fallar porque he puesto todo para que no fallara, no se trata solo de ser conocida o tener seguidores, también es estar segura de tener un buen producto, un buen servicio… de asesorarse bien para que todo vaya bien, y yo lo hice” explicaba hace escasas semanas en el podcast ‘A solas con’ de Vicky Martín Berrocal. Y es algo que se nota en los números, pues, aunque es pronto para consultar sus cifras de resultados, fue ella la que dio algunos datos que dejan claro su éxito, y es que de media vende 500 consumiciones al día, una cifra muy optimista.

Dos propiedades con 30 años

Y al margen de esto, Violeta sigue trabajando como influencer, y cada vez firma contratos con mejores marcas. Ella dice que lo que gusta es su naturalidad, y aunque lo cierto es que nadie conoce la receta del éxito, sus 2,4 millones de seguidores son una buena prueba de que lo que hace gusta. Tanto que le ha permitido ser propietaria no solo de una casa, si no de dos a sus 30 años.

La primera de sus propiedades está en Valencia, en una urbanización de lujo a las afueras de la ciudad. Cuando conoció a Fabio y salió de 'Supervivientes' decidieron establecerse juntos en Madrid, pero las ganas de estar no los suyos hicieron que Violeta decidiera finalmente comprarse una casa en su tierra y volver. No llevaban ni un año allí, y ya habían sido padres de su primera hija, cuando a través de las redes la influencer confesó que regresaban a Madrid porque sentía que se pasaba la vida viajando para poder llegar a todo. En principio se dijo que vendería la casa, incluso estuvo puesta en alquiler, pero finalmente ni lo uno ni lo otro, se la han quedado y es su base cuando viajan a Valencia.

Al regresar a Madrid lo hicieron a un piso de alquiler, pero otro gran logro de este año es conseguir comprar en la capital. Ella misma anunció hace unos meses que había firmado la compra de una casa que se dijo que le había costado dos millones de euros, una cifra que ella ya dijo que era errónea. Forma parte de un complejo que se está terminando de construir y hasta dentro de unos meses no podrán mudarse, pero casa ya tienen. Otro motivo para sonreír.

Algo que, seguro que Violeta hace, aunque comparta ese sentimiento con otros menos alegres, porque en el fondo, por bien que a uno le vaya, siempre puede haber algo que ponga la nota agridulce y eso parece ser que es lo que en este momento le sucede a ella. Un momento más bajo que seguro que poco a poco, haciendo balance de todo lo bueno que tiene, logra remontar.