Que se den este tipo de situaciones que tienen como protagonistas a la pareja formada por Elsa Pataky y Chris Hemsworth y que se conviertan en noticiables, hacen que el feminismo sea más necesario que nunca. El último vídeo familiar que ha compartido el famoso matrimonio ha puesto de relieve la triste realidad de los prejuicios a los que tiene que hacer frente la actriz.
Elsa y Chris compartían desde sus respectivos perfiles de Instagram un divertido vídeo de su hijo Tristan encaramándose a la nevera. El pequeño ha descubierto dónde están los caramelos y, ni corto ni perezoso, ha ido a por ellos. Que su agilidad es asombrosa no es lo que se ha acabado convirtiendo en noticia, sino las reacciones que han generado las imágenes y, sobre todo, la diferencia de tono respecto si el receptor era Pataky o Hemsworth.
Mientras que al australiano recibía toda clase de mensajes amables, entre los que sobresalían los que destacaban que no había duda "de que era el hijo de Thor", haciendo referencia al famoso personaje que interpreta en las películas Marvel, a la española le caían piedras y palos. La lluvia de ataques y críticas que ha recibido Elsa, todos alrededor de su papel de madre, dan mucha vergüenza ajena, además de resultar cansinos y rancios. "Deberías asegurarte de que todo está debidamente anclado a la pared" o "¿Y esto os hace gracia? Así está la sociedad... Niños sin límites. Mal". Incluso había quien se metía directamente con Tristan y le decían "Córtale el pelo".
Con tres hijos y su evidente dedicación hacia ellos, dudamos que tenga que venir nadie a decirle a Elsa Pataky cómo educarles y cuidarles. Y, aunque se hayan olvidado también de recordárselo (vaya casualidad, ¿verdad?), las responsabilidades son compartidas y estamos seguros de que Hemsworth también vive volcado en poner los límites necesarios a su prole que sí le exigen a su mujer. Y, lo mejor, lo hacen sin la necesidad imperiosa de criticar lo que hacen con su vida las personas que no le pasan ni una a Elsa.