El actual trabajo de Pedro Oliva, el cabrero que ganó ‘Gran Hermano’

Pedro Oliva, ganador de ‘GH 4’, ha reaparecido en la televisión veinte años después en ‘La vida sin filtros’, junto a Cristina Tárrega

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Telecinco

Cuando comenzó ‘Gran Hermano’, los concursantes eran personas anónimas que convivían dentro de la misma casa mientras eran vigilados en todo momento, a modo de experimento psicológico. Todas las ediciones de anónimos de ‘GH’ tuvieron gran popularidad, de hecho, muchos de los participantes terminaron viviendo junto a los focos y las cámaras, ya fuese participando en otros realities o como colaboradores en algunos programas de televisión. En cambio, otros se alejaron del mundillo televisivo y decidieron seguir el curso de su vida anónima de nuevo. 

Este fue el caso de Pedro Oliva, que a pesar de ganar y encontrar el amor dentro de la casa de Guadalix de la Sierra junto a Inma González, optó por regresar a la que era su vida habitual tras casi cuatro meses en el concurso. Tras más de dos décadas sin saber de su vida, el aragonés ha vuelto a los platós, concretamente al de ‘La vida sin filtros’, el programa presentado por Cristina Tárrega. En este formato ha puesto al día a todos los televidentes sobre su vida: su trabajo, su relación con Inma y la hija que tienen en común.

 

La reaparición de Pedro Oliva

Pedro Oliva llegó a la casa de Guadalix de la Sierra con 32 años y, a pesar de ser uno de los concursantes a los que más veces nominaron, terminó haciéndose con la victoria del concurso. Además, eso no fue lo único que ganó, ya que también conoció a Inma González, la que fuese su pareja durante más de 15 años. Al salir de ‘Gran Hermano’, Pedro volvió a su vida normal, con sus cabras y sus ovejas, pero con un nuevo amor. El cabrero recordó su paso por el concurso y admitió que lo más extraño para él fue salir de Guadalix y que mucha gente desconocida se preocupase por él y le mostrase cariño y apoyo. No obstamte, fue la andaluza lo mejor que se llevó del concurso y la historia de amor de ambos fue de película.

Tras ‘Gran Hermano’, Pedro 'el cabrero' participó en ‘Supervivientes’ protagonizando uno de los saltos de helicóptero más virales de la historia del reality. No obstante, su aventura en los Cayos Cochinos duró poco, ya que fue el segundo expulsado.

En cuanto a la vida actual y completamente anónima de Pedro Oliva, según contó él mismo en ‘La vida sin filtros’, siguió manteniendo sus animales hasta hace relativamente poco y ahora trabaja como auxiliar administrativo.

La relación de Pedro Oliva e Inma González

La pareja se conoció en el reality y desde el minuto uno surgió entre ellos una gran conexión, sus imágenes juntos siempre eran bromeando, riendo y desprendiendo una química que traspasaba la pantalla. Al salir de la casa de Guadalix de la Sierra, Pedro Oliva regresaría a Aragón para continuar su vida como pastor y su relación con Inma González podría haber acabado ahí, pero no fue así.

El encargado de confirmar su noviazgo ante las cámaras fue Pedro; lo hizo en el programa que en ese momento presentaba Emma García, ‘A tu lado’. Cuando Lydia Lozano le preguntó si tendría algo serio con su compañera de reality, el cabrero contestó que estaban comenzando una relación, algo que desconcertó a todo el mundo. Con el tiempo, la relación se formalizó e Inma González abandonó la localidad gaditana de Benalup para irse a Zaragoza con Pedro, allí asentaron su residencia familiar, se casaron y tuvieron a Paola, su primera y única hija en común.

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Como ambos concursantes se habían decantado por la vida anónima, poco sabíamos sobre su vida en común, pero en 2019 llegó el bombazo: Pedro Oliva e Inma González ponían fin a su matrimonio. Diecisiete años antes, Pedro había hablado en televisión del inicio de su noviazgo y esta vez fue Inma González la que contó ante las cámaras de ‘Socialité’ que su matrimonio con el zaragozano había llegado a su fin. La ex gran hermana contó que llevaban una temporada bastante mala y que todo empezó cuando falleció su padre, ya que al mudarse a Aragón se separó de su familia y esa culpa le pesaba; la decisión de divorciarse la tomaron tras una semana en la que ambos se pasaron los días llorando por las esquinas. 

Más de tres años después, Pedro Oliva habló de su divorcio y comentó que Inma y él seguían viviendo en la misma casa junto a su hija, aunque cada uno tiene su propia habitación, y mantienen una buena relación. Además, el pastor quiso mostrar el cariño que le guarda a su ex pareja y admitió que es la mujer de su vida, y la que le ha dado a la otra mujer de su vida, su hija Paola.