Victoria Federica, tras los incidentes, celebró a lo grande su 19 cumpleaños

La hija de la infanta Elena ha celebrado su cumpleaños a lo grande después del grave enfrentamiento que tuvieron sus amigos con la prensa.

Por suerte la velada terminó mucho mejor de lo que empezó. Victoria Federica había esperando unas cuantas semanas para poder celebrar su cumpleaños con sus amigos más cercanos y justo cuando por fin llega el día, se arma un revuelo tremendo entre sus amigos y la prensa que había acudido a la discoteca para cubrir el acontecimiento. Sin embargo, las aguas volvieron rápidamente a su cauce, y la joven pudo disfrutar de una animada noche en el famosísimo Teatro Capital, una de las discotecas más famosas y con solera de Madrid.

Aunque la llegada de Victoria Federica y su grupo de amigos a Kapital fue movidita, una vez dentro del local, parece que las cosas se calmaron. La joven había escogido un reservado de la discoteca para intentar pasar desapercibida durante la fiesta y tener una velada lo más tranquila posible. Victoria hizo lo que casi cualquier chica de su edad, celebrar sus 19 años recién cumplidos el 9 de septiembre, en un local de ocio nocturno en el que poder bailar, escuchar música y pasarlo en grande rodeada por las personas que más feliz le hacen a esta edad: sus amigos.

Ella se encargó de toda la organización pero sus amigos quisieron darle una bonita sorpresa y en un momento de la noche sacaron dos tartas, una con cobertura de chocolate blanco y otra con cobertura de chocolate negro. En lugar de velas, las adornaron con unas bengalas que consiguieron atraer las miradas del resto de los presentes en el local haciendo que dejase de pasar todo lo desapercibida que le habría gustado a la joven.

Victoria Federica ha llamado mucho la atención por sus estilismos. Tiene un estilo propio muy marcado y no se deja seducir fácilmente por las modas que imperan en el estilo de las más jóvenes. Para esta ocasión tan especial, la joven se decantó por un top negro que combinaba el escote halter con el bardot, es decir, iba atado al cuello y dejaba los hombros al aire, y una minifalda del mismo color.