Nada como llegar a la mayoría de edad para dar un giro radical ante los ojos del mundo. Hasta hace poco, Victoria Federica era la gran esperanza de la Familia Real. Lejos de las polémicas que llevan años rodeando a Froilán, su hermana pequeña parecía una modélica estudiante, cabal y discreta. Vamos, una joya que, además, se había posicionado como la favorita de los reyes eméritos. Claro que, por lo que parece, no era más que un espejismo. En los últimos meses, la hija menor de la infanta Elena sigue, peligrosamente, los pasos de su hermano…
Ni buenas estudiante, ni discreta, ni desde luego tranquila y aficionada a la alta cultura. Victoria Federica, antes de llegar a los 18 años, era una auténtica desconocida para todos. Refugiada tras la protección mediática de sus padres y, sobre todo, eclipsada por su hermano Foilán, la nieta favorita de los reyes Juan Carlos y Sofía no era más que una adolescente calmada y aplicada. Una buenísima estudiante que iba a dejar en ridículo los fracasos académicos de su hermano. Nada más lejos de la realidad.
El devenir de Victoria Federica en los últimos tiempos ha estado repleto de polémicas. Un cambio que se ha evidenciado con los años y que ha hecho que la hija menor de Jaime de Marichalar y la infanta Elena esté más cerca de Froilán que de sus primas Sofía y Leonor. No solo sale y entra sin demasiado problema -sin llegar a los escándalos de su hermano-, sino que los estudios se le resisten más de lo esperado. La sobrina del rey Felipe también tuvo que repetir primero de bachillerato, tal y como asegura La otra crónica, por sus malos resultados.
Victoria pasó dos años en un internado, de ahí saltó al colegio británico Saint Georgr, de donde acabó marchándose viendo que las malas notas persistían. Ahora, la nieta de los reyes eméritos estudia en un colegio privado en el madrileño barrio de El Viso. ¿Será esta la última etapa de una joven rebelde? ¿O el carácter de Victoria Federica ha llegado aquí para quedarse?