Sin duda, estaban deseosos de encontrarse. Se echaban mucho de menos. En ‘Supervivientes’, Víctor Sandoval soñaba con ella todas las noches, y no podía esperar a estar en España y pasar sus labios y lengua sobre ella… La ensaladilla rusa también ardía en deseos de ser comida.
Ni Taylor Swift con Tom Hiddleston, ni Úrsula con Chino Darín, la pareja del verano que de verdad nos importa es la que forma el presentador y el plato de patatas cocidas con mahonesa. Son amor puro, y lo mejor es que están para comérselos. Bueno, ya paramos con esta clase de bromas que no es cuestión de seguir con lo mismo todo el artículo. Y menos a las 12:30 del día cuando uno se escaparía al bar mas cercano a tomarse el aperitivo. Pero no lo haremos.
Víctor, que ha perdido 14 kilos en el reality de supervivencia, deseaba reencontrarse con sus comidas preferidas, y alejarse como de la peste de los caracoles, los erizos de mar, el arroz hervido y el pescado en el que todo son espinas. Quería una buena oda al hidrato de carbono y lo ha conseguido. Observad su mirada de ilusión, ¡los ojos le brillan! Creemos que después de ver a su perro, con lo que más ganas tenía de cruzarse era con una ensaladilla rusa, a la que no le faltan ni los picos, como si fueran velas de una tarta.
El periodista está encantado con su regreso a la ‘civilización’, aunque reconoce que la isla le ha cambiado de una manera profunda… si él lo dice, ¿quiénes somos nosotros para negarlo? Además ha vuelto con un nuevo proyecto laboral sobre la mesa, convertirse en asesor del amor en 'Mujeres y hombres y viceversa'. Pero, sinceramente, después de ver esta foto, creemos que lo de la ensaladilla le ha hecho más ilusión. No seremos nosotros quien juzgaremos, pues si estuviéramos en su situación al primer pincho de tortilla que se nos cruzara le pedíamos matrimonio.