Javier Ungría (42 años) sufrió hace unos días un duro varapalo judicial. El exsuperviviente, que llevaba varios meses litigando con su ex, Elena Tablada, para esclarecer la custodia de la pequeña de cuatro años que tienen en común, tuvo que enfrentarse a la decisión del tribunal. Y es que la que fuera concursante de 'Bailando con las estrellas' ha conseguido la totalidad de la custodia, según confirmó la revista 'Semana'. "El informe del detective privado y las pruebas presentadas por ella han sido determinantes", explicó Aurelio Manzano.
La demanda fue interpuesta por el propio Ungría, que solicitaba la custodia compartida y fijaba una pensión compensatoria que no se ajustaba a las necesidades de la menor, según los datos que fueron presentados. Tras meses de aplazamientos y un camino lleno de reproches entre él y Tablada, el pasado mes de abril por fin se vieron en los tribunales, aunque fue de manera telemática porque Javier se encontraba en Honduras concursando en 'Supervivientes 2024'.
Tras esta terrible noticia para Javier y su hija, el empresario ha querido poner tierra de por medio y hacer así un viaje sanador. Tomar distancia unos días para pensar, tranquilizarse y ver qué estrategia seguir a partir de ahora. "Maravilla de escapada de hermanos (me faltan dos) e imbatibles parejas. Muy necesaria... tranquilita y aburridilla, eso sí... menos mal", ha escrito junto al emoticono de la cabeza explotando. "Si os quiero más exploto", ha añadido para enumerar después cinco cosas importantes de esta escapada. "1- la tropa, 2- trufas too furious, 3- tres tontos muy tontos, 4- es un pájaro, es un avión... 5- parrillero dicharachero", han incluido en su publicación.
En las fotografías, de muy mala calidad y bastante borrosas, Javier aparece con algunos de sus familiares posando sonrientes y felices, haciendo caso omiso a lo que ha dicho el juez hace unos días. Juntos han podido disfrutar de unos días en Denia (Alicante), localidad en la que se han bañado, han ido a comer a sus restaurantes locales, como la Cova del Mero, se han dado besos, han hecho bailes, han hecho barbacoas... Sin duda su círculo cercano se ha unido para darle el apoyo que Ungría necesita en estos momentos.
Las primeras palabras de Elena Tablada
Pocas horas después de que el juez diera la razón a Elena Tablada, la exmujer de David Bisbal concedía sus primeras palabras sobre cómo se sentía: "Es una pena haber tenido que llegar hasta aquí, pero gracias a Dios hemos llegado al fin y la única victoriosa aquí será Camila", dijo a 'Vanitatis', donde hace meses también aseguró que ella siempre ha querido lo mejor para sus dos hijas.
"Nunca he puesto ninguna pega para que Javier esté con Camila, ni horarios ni alternancias. Lo único que digo es que quiero lo mejor para mis hijas y en este deseo entra que las hermanas crezcan juntas. Esto, que parece fácil de entender, no lo es tanto para él", explicó Tablada en el citado medio, donde expresó que Javier podría ver a su hija siempre que quisiera y que así lo había hecho siempre que lo había solicitado. Unas palabras de la empresaria antes de que se generara el conflicto. "Si los padres quieren que estén juntas, ellas estarán juntas el tiempo que sea posible. Eso sería divino. Intentaremos todos, por el bien de las niñas, que estén juntas lo máximo que puedan. Yo voy a luchar porque eso pase", relató en 'Europa Press' durante los Premios de la Academia de la Moda Española.
Hasta la sentencia del juez era Elena la que se había hecho cargo de todos los gastos más cuantiosos de Camila. Algo que parece que seguirá siendo así tras haberse hecho con la custodia total. "Estoy contenta porque he contado la realidad. Nunca me han gustado los conflictos y siempre he puesto de mi parte para que todo sea lo menos traumático posible", relató tras salir de los juzgados. Unas palabras con las que quiere poner fin a varios meses de conflictos y polémicas con Javier, quien por el momento no se ha pronunciado en directo. No sabemos si hay posibilidades de que pueda recurrirlo y si lo hará, pero por el momento Tablada es quien tiene la potestad de decidir y educar por completo a sus dos pequeñas.