El verdadero motivo de la ruptura de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa: Los celos

Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa han puesto fin a ocho años de relación porque habían perdido la ilusión y las discusiones por celos estaban cada vez más presentes

Helena Arriaza
Helena Arriaza

Redactora digital de Lecturas

Si por algo se va a recordar el año 2022, eso porque ha sido un año repleto de rupturas para nuestros famosas. La última, la de Isabel Preysler (71 años) y Mario Vargas Llosa (86 años). Después de meses de rumores que aseguraban que la cosa no estaba bien entre ellos, ella ha confirmado la noticia. Tal y como ha contado en exclusiva a la revista ‘¡Hola!’, Isabel y el escritor han decidido poner punto y final a una relación que ha durado ocho años. Una ruptura en la que no ha habido terceras personas. ¿Cuál es entonces el motivo de la separación? Son los celos.

Tal y como informa la citada revista, Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa han vivido varias escenas de celos. Una de las últimas tuvo lugar hace tan solo unas semanas. Después del momento, el escritor decidió abandonar el domicilio de Isabel Preysler y trasladarse al piso que tiene cerca de la Puerta del Sol. Desde entonces no ha vuelto. Así que la conclusión a la que llegó la expareja tras todo esto, fue la de que no eran felices juntos y que entonces para qué seguir.

Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa
GTRES

Además, después de hablar con Isabel Preysler, la revista asegura que se había perdido esa ilusión del principio, y esa tranquilidad que se había roto ya con discusiones y con esos celos infundados que no llevaban a nada positivo. De ahí que Mario Vargas Llosa e Isabel hayan decidido no alargar la situación más tiempo y hayan terminado el año separados.

¿Cómo se encuentra Isabel Preysler tras su ruptura con Mario Vargas Llosa?

Isabel Preysler se centrará ahora en sus hijos y en sus nietos. En los últimos meses, ha estado especialmente pendiente de Tamara Falcó. La marquesa de Griñón ha sido la gran protagonista de la familia debido a su ruptura con Íñigo Onieva y a su nueva ilusión con Hugo Arévalo. Pero ahora se ha sabido que los cambios amorosos no solo estaban afectando a la colaboradora. Su madre también estaba viviendo una situación complicada que también ha terminado con el fin de una relación que prometía pero que finalmente no ha durado más. Ahora lo que le importa a Isabel es tener un día a día tranquilo, sin problemas y en el que la calma esté muy presente. Para esto, seguro que cuenta con el apoyo total de sus hijos, que se convertirán en el mejor refugio en esta Navidad marcada por su ruptura con el escritor.