Fue la noticia del sábado. Carlos Lozano estuvo dos días en paradero desconocido, sin poder ser localizado y sin contestar a su teléfono móvil. Su desaparición fue denunciada por la familia que, a mediodía de ayer, tranquilizó a sus familiares, al localizarlo en casa de su padre, en un pueblo de Castilla-La Mancha.
Carlos Lozano salió a cenar con su representante y con Antonio Tejado en la noche del jueves. Sobre la una de la madrugada se les vió en un local madrileño y a la una del mediodía del día siguiente, viernes, se le pierde la pista. Su teléfono no contestaba y tanto su novia, Miriam Saavedra, como la madre de su hija, Mónica Hoyos, se preocupan, se angustian y deciden poner el asunto en manos de la policía. Esto, al menos, es lo que explicaba Miriam ayer en el programa 'Socialité'.
María Patiño explicó que Miriam no contó toda la verdad, pues ella no puso la denuncia, ya que se encuentra en Perú desde hace una semana. Fue Mónica Hoyos, junto a la madre de Carlos, quienes pusieron la denuncia. La colaboradora recibió la llamada de la madre, después de que Miriam le comunicara que no se podía poner en contacto con Carlos en su casa, donde está el perro de ambos y al que había que darle de comer. La madre del presentador, asustada, habló con Mónica y fueron a poner la denuncia.
Antonio Tejado estuvo con Carlos esa noche cenando y tomando una copa y, aseguró a 'Socialité', le vio tranquilo, pero él se fue y no supo nada más de ellos. Por suerte, todo quedó en un susto, pues Carlos Lozano fue localizado finalmente sano y salvo en casa de su padre.
El miércoles, Carlos Lozano volverá a 'Sálvame' para cumplir con su misión de Defensor de la Audiencia. Ese día también explicará qué es lo que realmente pasó en esos dos días en los que ha estado desaparecido. Por el momento, ha trascendido que Carlos anda algo molesto por las dimensiones que ha tomado la noticia.