El lunes 11, Alba Carrillo debía acudir a su puesto como colaboradora en ‘Ya es mediodía’, pero no lo hizo. Había sido desconvocada. Una decisión que parecía obedecer a una especie de represalia por parte de la cadena después de que la madre de la modelo cargara contra Paolo Vasile en redes. Pero si el lunes no asistió, el martes sí lo hizo y el jueves, igual. En las dos ocasiones actuó de una manera muy parecida que hace sospechar que ahora es ella quien se está vengando de Mediaset…
Por norma general, Alba suele mostrarse divertida, habladora y pizpirete durante la sección Fresh del programa de Sonsoles, oero, en sus últimas apariciones, su comportamiento dista mucho de ser el habitual. Ayer, sin ir más lejos, la ex Supermodelo no despegó los labios. ‘Se lo llevó calentito’, como le dirían en Sálvame. Parece que la vendetta de Alba pasa por privar a la audiencia de su carácter chispeante, que la ha convertido en una colaboradora con cierta trayectoria (Debates, Sálvame, YEM…) en Mediaset. Va al trabajo, pero muestra su desconformidad con la cadena de esta manera. Una huelga no a la japonesa pero sí a la Chelo García Cortés.
En su colaboración del martes, únicamente metió baza para dejar claro que ya no estaba conociendo a Courtoris. Tenía un objetivo, aclarar que la presión ha podido con ella y que los ‘haters’ han ganado, “Lo he pasado mal, lo estoy pasando mal sobre todo el tema redes sociales que ha sido brutal y luego también la prensa se ha hecho eco de mentiras y bueno… Unos se plantea hasta qué punto la moralidad, dónde están las líneas rojas, muchas cosas que pasan por mi cabeza”.