La Veneno y otros juguetes rotos de la televisión

Rosa Benito, Víctor Sandoval o Leticia Sabater saborearon las mieles de la fama y ahora saborean las hieles del olvido mediático

La Veneno respondía al nombre de Cristina Ruiz. Fue estrella en la década de los noventa, cuando Pepe Navarro contó con ella para ‘Esta noche cruzamos el Mississippi’, en Telecinco, y después en ‘La sonrisa del pelícano’, de Antena 3. Después de haber vivido la gloria del éxito y la fama, tocó fondo. Su desparpajo y descaro quedan ya para el recuerdo. La Veneno nos ha dicho adiós en el madrileño Hospital de La Paz, después de cuatro días en coma, donde fue ingresada por un fuerte golpe en la cabeza. El informe policial dice que fue un accidente doméstico, pero su familia quiere que se aclaren los hechos, porque creen que pudo ser agredida.

Sin embargo, La Veneno no ha sido la única que no supo gestionar el descenso a lo terrenal tras pasear por las nubes del reconocimiento. También en la década de los noventa, Jose Antonio Botella, más conocido como Chapis. Fue compañero de Belinda Washington al frente de ‘Qué me dices’, un programa de corazón, que contó con records de audiencia, y que emitía Telecinco. Vivió el ocaso de la fama entre alcohol y drogas.

Coto Matamoros, el hermano gemelo de Kiko, como colaborador de Crónicas Marcianas, tocó el cielo con las manos, después el infierno. Ahora reside en República Dominicana, alejado de los medios, tras pasar por prisión en varias ocasiones. Aunque de vez en cuando aparece para criticar a su hermano.

Aramis Fuster, una de las brujas más famosas de la televisión, vive su ocaso, y está atravesando sus peores momentos. Desahuciada e ingresada en unidad psiquiátrica del hospital madrileño de La Paz, parece querer resurgir apareciendo de nuevo en televisión.

Leticia Sabater era la estrella de los programas infantiles. Vivió su apogeo para terminar en el olvido. La marcha de Leticia se fue apagando hasta terminar acudiendo a ‘Sálvame’ para airear sus intimidades.

Víctor Sandoval vivió las mieles del éxito profesional y personal, para después saborear las hieles. Sin trabajo y sin amor, Víctor tocó fondo. Su paso por Supervivientes parece haber supuesto para él la solución a la depresión que estaba sufriendo.

Y uno de los últimos juguetes rotos de la televisión es, sin duda, Rosa Benito. Sus peleas con Amador Mohedano, en directo, consiguió niveles de audiencia astronómicos. La fama la tuvo que pagar con su salud. Su intento de quitarse la vida la tuvo recluida en un sanatorio. Ahroa vive alejada de los medios.