Hace escasos días la noticia de la separación, de momento temporal, de Elena Tablada y Javier Ungría sacudía el panorama rosa. La matrimonio, que empezó su historia hace 6 años, tenía una relación sólida que vino a enriquecerse aún más hace dos con el nacimiento de Camila. La diseñadora ya era madre de otra menor, fruto de su relación con David Bisbal, y deseaba volver a repetir la experiencia de la maternidad. Tras un breve comunicado en el que exponían cuál era su situación sentimental actual, Elena Tablada se ha marchado a descansar unos días a Ibiza y a Formentera. Unas islas perfectas para sanar y para poner en orden su corazón.
Los todavía marido y mujer anunciaban que se estaban tomando un tiempo en sus “seis años de preciosa relación”; aunque, matizaban, “ninguna relación es un camino de rosas”. Este impasse en su historia de amor era provocado, tal y como aseguraba Elena Tablada “para así poder respirar y ver en qué consiste realmente la felicidad”. Quizás, para esto mismo la empresaria ha hecho las maletas y se ha dirigido a Ibiza, una isla con la que está muy conectada y en la que le encanta pasar tiempo. Lo ha hecho en compañía de buenos amigos con los que se siente arropada y a gusto, la mejor medicina para sanar un corazón roto.
Tanto Javier Ungría como Elena Tablada anuncian que esta separación se ha producido con “amor y respeto”, el mismo que les llevó a tener “un ser maravilloso por que el estarán unidos para siempre”.
Estas vacaciones no son las primeras de Elena Tablada de este año, aunque sí lo son tras anunciar el paréntesis en su matrimonio. Hace unas semanas, acompañada de sus dos hijas, viajó hasta Orlando, EEUU, donde visitó los parques de Walt Disney Studios; donde estuvieron disfrutando de unos días de absoluta magia. La diseñadora de joyas es una madre entregada a sus pequeñas y exprime al máximo cada vivencia especial junto a ellas, sabiendo que los recuerdos es la mejor herencia que les puede dejar.