Acaba de volver tras 4 meses de vacaciones (merecidas) en los que ha estado en Ibiza, Atenas y, claro, su Argentina querida. Úrsula Corberó se enamoró del país al tiempo que lo hacía de su novio, Chino Darín. Los dos actores viajan cada vez con más frecuencia a la patria del hijo de Ricardo, y ella se siente cada vez más cómoda, “poco a poco es como una segunda casa para mí”, contó anoche en el evento de una marca de gafas.
Eso sí, viajar a Argentina siendo prácticamente una descosida a hacerlo ahora, cuando su popularidad experimenta el mayor pico de su vida después de que su serie ‘La casa de papel’ se haya convertido en todo un éxito internacional, ha sido muy diferente. “Antes no me conocía ni el Tato”, dice con naturalidad, “ahora la gente me para y me dice cosas bonitas de mi trabajo. La gente es divina, se emocionan y yo me emociono con ellos”, cuenta.
Además, confirma que está súper integrada en la familia de su chico; los Darín la acogieron con entusiasmo desde el principio, “las presentaciones formales a la familia se hicieron hace mucho tiempo”. Y es que, aunque llevan tres años de relación, sienten que lo suyo es muy serio, por eso quisieron, desde bien pronto del noviazgo, introducir al otro en su círculo más íntimo.
Sin atisbo de duda reconoce que está en uno de los mejores momentos de su vida. Su carrera le sonríe, hasta el punto de que ha sido fichada por la misma agencia de representación que lleva a Emma Stone. “Tengo ganas de conocer mundo, conocer nuevas culturas, saber cómo trabajan… sea en Hollywood, en Korea, Francia … Desde la agencia me llamaron y me parece un planazo darme a conocer en más sitios”. Para Úrsula, en estos momentos, el cielo es el límite.