Jennifer López (53 años) vuelve a vestirse de novia. Esta vez poco o nada tiene que ver su estilismo con los tres que lució en su segunda boda con Ben Affleck. Se dieron el 'sí, quiero' el 19 de julio de 2022 en una celebración que se alargó hasta el día 21. En La Vegas. Sin previo aviso. Como ya hicieron muchos otros famosos, como Kourtney Kardashian y Travis Barker, Lily Allen y David Harbour o Sophie Turner y Joe Jonas. El lugar escogido, una finca privada que el actor posee en Riceboro (Georgia). Ahora, la cantante vuelve a vestirse de blanco para 'Una boda explosiva'

La película, disponible en Prime Video desde el viernes 27 de enero, relata la historia de una atípica boda que aspiraba a ser el enlace del año. Darcy (Jennifer López) y Tom (Josh Duhamel) reúnen a sus familias, pero, antes de que comience la celebración, la pareja sufre una crisis. Les da pánico el compromiso. Algo, a priori, normal. Lo que no se imaginaban es que la vida de los asistentes estaría en peligro. La celebración se convierte en un secuestro. El clásico "hasta que la muerte nos separe" cobra un nuevo significado. 'Una boda explosiva' es una comedia romántica repleta de aventura y adrenalina con héroes: Darcy y Tom, o al menos quieren intentarlo.

Para rodar la película, Jennifer Lopez ha lucido hasta 28 vestidos de novia. No es que quisiera cambiar de estilismo. Es que la tela no era lo suficientemente resistente como para sobrevivir a las escenas más movidas de 'Una boda explosiva'. "No podía ser simplemente un simple vestido de novia", asegura el diseñador de vestuario Mitchell Travers, quien ya había trabajando con la cantante en 'Estafadoras de Wall Street' a 'Fashionista'. "El vestido tenía que atravesar todo lo que supone una película completa de acción y aventura", añadió.

Para asegurarse de que el vestido tenía coherencia durante toda la película, desarrolló una 'línea cronológica' en la que plasmó cómo se iría viendo en cada escena. "¿Cuándo pierde el tren? ¿Están las mangas arriba en este punto? ¿Se ha cortado la sobrefalda?", se preguntaba. Es por eso que necesitó hasta 28 vestidos. Para deconstruirlos lentamente, pero a la moda. Para confeccionar este vestido con una voluminosa falda de tul y un atrevido corsé contó con el equipo de la diseñadora Galia Lahav.