La alfombra roja de la Royal Opera House vio anoche desfilar a los que se apuntan como grandes ganadores de los Oscar, que se entregarán el próximo domingo en Los Ángeles, y que ayer acudían a la gala de los BAFTA, considerados los Oscar británicos.
Cate Blanchett fue la gran vencedora de la velada, por su trabajo en 'Blue Jasmine', pero hubo alguien (y no era actor) que estuvo a punto de robarle el protagonismo de la entrega de premios. El príncipe Guillermo, que llegó sin Kate Middleton, era el encargado de entregar el BAFTA de honor a Helen Mirren, un guiño a la actriz que encarnó a su abuela, la reina Isabel II, en la película 'The Queen'. Su llegada fue precedida de gritos y piropos, que llamaron su atención y consiguieron que se acercara a saludar a sus fans. Toda una celebrity.
El premio al mejor actor fue para Chiwetel Ejiofor por '12 años de esclavitud'. Jennifer Lawrence, que no acudió a la gala, desbancó a Lupita Nyong'o como mejor actriz secundaria, mientras que el mejor actor de reparto fue el somalí-estadounidense Barkad Abdi ('12 años de esclavitud').
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