El último y estrafalario negocio de Luis Alfonso de Borbón: un "chino fino" remata su larga lista de empresas

Para Luis Alfonso de Borbón y su familia, el verano transcurre plácido en su refugio de Sotogrande, en Cádiz, desde donde se desplazan sin problemas a Marbella, como hicieron hace unos días para asistir al concierto de su buen amigo Luis Miguel. Casado desde 2004 –el 6 de noviembre celebrarán su vigésimo aniversario de boda– con la venezolana Margarita Vargas, es feliz padre de cuatro hijos. Su hija mayor, Eugenia, ha cumplido 17 años y es una avezada amazona, pasión que ha heredado de sus padres. Tras ella llegaron los gemelos, Luis y Alfonso, de 14 años, y en 2019 vino al mundo el benjamín de la casa, Enrique.

"Es un buen momento", declaró el pasado abril cuando el hijo de Carmen Martínez-Bordiú celebró su 50 cumpleaños. Lejos, en el recuerdo, quedaron los años trágicos en los que perdió de manera totalmente inesperada a su hermano Fran, en un accidente de tráfico, a su padre, el duque de Cádiz, en un sospechoso accidente de esquí –fue degollado por un cable que, a la altura de su cuello, iba de un extremo a otro de la pista–, y a su hermanastra Mathilda, hija del anticuario francés Jean-Marie Rossi, pareja entonces de Carmen Martínez-Bordiú, que murió al caer de la lancha y ser destrozada por la hélice de la embarcación. Luis Alfonso, que entonces tenía solo nueve años, iba en la barca y fue testigo del desgraciado accidente mortal.

Un empresario de éxito, pero un dudoso financiero

Casarse con la hija de un magnate es un seguro de vida. Claro que el mundo financiero puede estar plagado de trampas y Luis Alfonso se vio envuelto, con mayor o menor culpa, en algunas de ellas. Su suegro, Víctor Vargas, lo colocó de director suplente en bancos como AllBank Corp, el Banco Occidental del Descuento y el Banco del Orinoco.

Estas entidades acabaron siendo intervenidas por el gobierno panameño y el de Curaçao para salvaguardar los ahorros de los clientes y el Banco del Orinoco acabó en quiebra dejando a sus clientes sin un dólar. Luis Alfonso se vio implicado por fraude en todos los casos, por lo que su reputación como financiero, seamos realistas, es cuanto menos dudosa.

Luis Alfonso posa, orgulloso, con los juegos de cartas 'Ñ juega España'.

Al menos, como empresario, Luis Alfonso tiene mejor currículum. Y eso que no siempre los negocios que ha emprendido han resultado beneficiosos. Ideas para sacar dinero de debajo de las piedras no le faltan, pero también ha dejado algunos cadáveres en el camino.

Luis Alfonso ha participado en la creación del gimnasio Reto 48, en el que se supone que te dejan hecho un pincel con tan solo 48 sesiones. "En pocas palabras se trata de un programa que dura 48 días (se entrena de lunes a sábado) que combina un entrenamiento de alta intensidad, con asesoramiento nutricional y tratamientos de estética", aseguraron desde el centro a la revista Glamour. Negocios inmobiliarios, juegos de mesa, asesorías de comunicación y estrategias en internet... los campos en los que Luis Alfonso ha invertido su tiempo y su dinero no son pocos.

Su último y estrafalario negocio

El último de ellos es una tienda de merchandising de ciertas marcas –no imitaciones, por favor– situado en pleno centro de Madrid, en la calle Princesa, para ser más exactos, muy cerca del palacio de Liria. Según informó OKdiario, Luis Alfonso montó una tienda llamada Drone AeroSpace que, en principio, iba a destinarse a la venta de drones y todos sus accesorios. Pero la actualidad y la coyuntura no siempre reman a favor de según qué negocios.

"Con la guerra de Ucrania, no hay componentes; entonces pensamos en el merchandising", declaró Luis Alfonso a OKdiario. Así que, reconvertirse o morir. Luis Alfonso ha dedicado el espacio comercial a vender todo tipo de merchandising: gorras, llaveros, camisetas, souvenirs, caramelos, cervezas... "Hay desde un llavero o un polo hasta llantas de coches de carreras o cazadoras de cuero. Es para todas las edades y para hombres y mujeres", ha dicho Luis Alfonso. Él mismo lo ha definido como "un chino fino". Vamos, que se puede encontrar prácticamente de todo, eso sí, "todo de marca y nada de imitación", recalca Luis Alfonso. Incluso venden drones, por si hay alguien que lo pregunta.

Luis Alfonso ha montado este negocio a medias con un socio y está tan entusiasmado con él que, salvo en vacaciones, es fácil encontrarlo allí a diario, dando el callo. "Yo procuro estar aquí cada día, y estaré siempre que se me necesite", ha dicho. Según asegura el hijo de Carmen Martínez-Bordiú, la tienda tiene una gran aceptación entre los turistas que visitan la capital de España.

Su mujer lo apoya en todo

Margarita Vargas siempre está a su lado. Y eso que, a veces, sus negocios no le han funcionado, como cuando montó la empresa Servicio Integral del Taxi, de asesoría y marketing para este sector, que abrió en 2015 y la cerró pocos meses después. Luis Alfonso y Margarita tienen su propia empresa Borvar Inversiones, a través de la cual el hijo de Carmen Martínez-Bordiú ha emprendido varios negocios, como una web para cazadores u otra para los creadores de contenido.

Margarita Vargas, lesionada en un brazo, en mayo pasado.

En mayo de este año, Margarita Vargas apareció con el brazo en cabestrillo, una lesión que se produjo montando a caballo. La mujer de Luis Alfonso ya tuvo que ser operada de cervicales en 2022.

En la última gala Starlite a la que asistió el matrimonio, la venezolana habló de su estado de salud y de la enorme afición que su hija Eugenia tiene por la hípica. "La verdad es que la mayor sigue muy metida, yo sigo un poco todavía en recuperación del cuello y el hombro, pero bueno, voy a volver. No sabemos cuándo, pero voy a volver", comentó Margarita.

No quiere revivir su infancia

Lo que está claro es que Luis Alfonso y su familia siguen muy unidos como pareja y como padres de familia numerosa, precisamente, lo que él no tuvo de niño. Aunque adora a su madre, Luis Alfonso sufrió mucho con la ruptura matrimonial de sus padres y, sobre todo, cuando Carmen Martínez-Bordiú renunció a la custodia de sus hijos y se fue a vivir a París con Jean-Maríe Rossi.

Tras la muerte de su padre, Alfonso de Borbón, Luis Alfonso se fue a vivir con su abuela, Carmen Franco, a la que consideraba su segunda madre, y viajaba con frecuencia a París para estar con su madre y su hermana Cynthia Rossi, nacida del segundo matrimonio de Carmen Martínez-Bordiú. Es normal que Luis Alfonso no desee que sus hijos vivan una infancia y adolescencia tan traumática como la que él vivió, por lo que todo su empeño está en mantener a su familia unida y feliz.