Tras casi 25 años de matrimonio, nada hacía presagiar la ruptura de Enrique Ponce y Paloma Cuevas. Tal y como ha publicado en exclusiva la revista ‘Semana’, el torero y su mujer han iniciado los trámites de divorcio poniendo así fin a una de las parejas más solidas del famoseo nacional. Según fuentes de su entorno, no hay terceras personas, aunque ya han surgido versiones que hablan sobre la posibilidad de que él tenga una nueva relación.
Con dos hijas en común y una convivencia de 24 años, la relación de Enrique Ponce y Paloma Cuevas no iba bien desde hace un par de años, aunque ambos se han mantenido unidos por el bien de sus dos pequeñas, Paloma y Bianca. Unos últimos tiempos en los que, aún así, han continuado trabajando mano a mano en el ámbito empresarial.
Enrique Ponce comenzaba en abril de 2019 un nuevo proyecto empresarial. En concreto, el torero lanzaba una marca de aceite elaborado con la aceituna de la finca Centrina, en Navas de San Juan, un espectacular terreno donde la pareja construyó una casa de estilo andaluz. Allí han pasado el confinamiento junto a los padres de ella en un último intento de arreglar las cosas que finalmente ha salido mal.
“Un virgen extra único y exclusivo”, como se puede leer en la página web de la empresa de aceite de oliva, que también tiene el sello de Paloma. La mujer se volcó el pasado año en le proyecto de su marido e incluso no dudó en diseñar ella misma el envase de este exclusivo producto. “El envase es único y exclusivo, ya que ha sido diseñado por Paloma Cuevas, cuidando hasta el último detalle”, aseguran en la empresa.
Un último proyecto de los muchos que la pareja comenzó junto a lo largo de sus casi 25 años de patrimonio. Además de la producción de aceite, el torero también cuenta con varias empresas dedicadas a la gestión de alquileres en las que su mujer aparece como apoderada. Un patrimonio que ahora tendrán que dividir para así, poder tomar definitivamente caminos separados.