La vuelta de Kiko Matamoros de ‘Supervivientes 2022’ está siendo de lo más intensa. El colaborador está ajustando todas las cuentas pendientes que tiene con los compañeros que han hablado de él durante su paso por el concurso. Ayer regresó a ‘Sálvame’ y vivió una tarde repleta de tensión. Respondió a las críticas de algunos colaboradores y también tuvo que escuchar cosas que no le hicieron ni pizca de gracia, algunas de ellas relacionadas con su novia Marta López Álamo.
Para defender a su novia, Kiko Matamoros contó ayer que Marta López Álamo le mandó en su día un mensaje a Kiko Hernández en el que le dijo que “es vergonzoso, estoy flipando con el trato, con las cartas que conseguí yo de sus hijos. Es acojonante. Ya saldrá y él verá lo que hace cuando vuelva. Yo no paso, nunca le diría que deje el programa”. En ese momento, su compañero Kiko Hernández le ha pedido perdón.
Pero Kiko Matamoros no ha querido parar ahí. También ha hecho saber que le han molestado algunas cosas de la dirección del programa también relacionadas con Marta López Álamo. “Me he decepcionado con algunas cosas de la dirección, no se puede retorcer la verdad de esta forma, porque a lo mejor no es el mejor perfil para defenderme, pero creo que es el mejor perfil para tener a mi lado, porque elijo una compañera de vida, que no pierde los nervios en plató. Y ha reprochado que “hay una persona de este programa que le dice que le han montado una encerrona. Ella dijo que iba a hablar solo de 'Supervivientes', ni de sus hijos, ni de Makoke… Y le ponen el vídeo de Miss España. Le dicen que eso fue una encerrona, hecha a mala fe”.
Con esto, el colaborador ha pasado una tarde un tanto desagradable en ‘Sálvame’ en la que ha demostrado que no está dispuesto a callarse. Pero justo después, ha podido relajarse con el planazo que le ha preparado Marta López Álamo. Desde que Kiko Matamoros regresó de ‘Supervivientes 2022’ la pareja apenas se separa. Ahora han disfrutado de una tarde de cine en la que han visto 'Top Gun' y en la que Kiko también ha aprovechado para darse algún que otro capricho gastronómico para recuperar los kilos que ha perdido en la isla.