De nuevo, todas las miradas se dirigen a Tailandia. El juicio de Daniel Sancho (29 años) está en el aire pero, a la vez, se siente próximo. Cuando tan solo queda una semana para que tenga lugar la próxima vista oral, el joven espera desde la prisión de Koh Samui, donde permanece aislado de todo cuanto conoció, a que su juez presente las pruebas que podrían atenuar la pena de muerte que, en un principio se solicitó para él.
¿Cómo será la próxima vista ante el juez de Daniel Sancho?
Se le acusa de asesinato premeditado y de ocultación del cuerpo. La estrategia de la defensa, que parte desde España y la encabeza el letrado Marcos García Montes, pretende poner en relieve que Edwin Arrieta falleció debido a un accidente y que su cliente, en ningún momento, había planeado acabar con su vida. Para ello, y en base a esta estrategia, se ha recabado una serie de pruebas que serán presentadas ante el juez el próximo 12 de diciembre. Una vez sean entregadas, esto determinará la parte ‘final’ de este proceso que ha durado cuatro largos meses. A partir de entonces, el juez podrá poner fecha al juicio; y este podría darse entorno a un periodo estimado entre dos y cuatro meses.
En esta nueva vista, Daniel Sancho estará arropado, de manera obligatoria, por el juez de oficio que la justicia tailandesa le ha proporcionado. Tras las dos últimas ‘bajas’ de sus letrados, el país ha dispuesto para él a un nuevo profesional de oficio con el que sí parece haber llegado a un entendimiento, especialmente con Marcos García Montes, que ha montado junto a su bufete e España los pasos a seguir en este caso.
Lo que todavía está en el aire es si Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo, padre y madre del acusado, viajarán hasta Tailandia para estar con su hijo. La ocasión anterior lo hicieron, así que cabría pensar que esta, que es la última y, además, la previa a unos días especialmente sensibles al estar cerca las Navidades, también lo harán.
La vida en completa soledad de Daniel Sancho
Sin visitas diarias de su madre, como acostumbró a hacer en agosto, la vida del preso transcurre en absoluta soledad. Aunque esto no implica que él este solo. Daniel Sancho está rodeado de otros acusados que no hablan su idioma, al igual que los policías con los que tiene que relacionarse cada día. Pero, si a las diferencias culturales sumamos un idioma que desconoce por completo, tenemos como resultado a un recluso que permanece aislado en sí mismo.
La estrategia familiar de Daniel Sancho: unión frente al individualismo
Mucho se ha criticado el supuesto comportamiento errático por parte de la defensa. Pero, frente a esto, ha surgido una nueva figura que ha salido reforzada: los padres del acusado. Hasta ahora, Silvia Bronchalo y Rodolfo Sancho habían tenido el peso repartido. Por un lado estaba ella, y por otro él. Ni se cruzaban. Si el actor iba a visitarle, la madre no aparecía. Y viceversa. Pero esto ha cambiado a raíz de la última vista oral, en la que se pudo ver a los dos padres juntos, dando una imagen de unión, mucho más sólida a lo que nos tenían acostumbrados. Esto juega a favor de su hijo, refuerza la estrategia marcada por García Montes, y les hace ver como una familia que reman en la misma dirección. Antes, cada uno trataba de llegar a la orilla en la dirección opuesta.