El clan Kardashian no deja de ser noticia. Kim, se convirtió en el centro de todas las miradas hace semanas debido al vestido de Marilyn Monroe que lució en la Gala Met 2022, un modelito icónico que eclipsó a medio mundo y por el que a día de hoy ha sido durante criticada por haber roto supuestamente la mítica prenda, una acusación que ella ha negado en rotundo: "Entiendo cuánto significa este vestido para la historia de Estados Unidos. Me presenté a la alfombra roja en bata y zapatillas, me puse el vestido en la parte inferior de la alfombra y subí las escaleras. Probablemente lo tuve puesto durante tres o cuatro minutos. Luego me cambié en la parte superior de la escalinata. Había personas manipulando el vestido con guantes y ellos me lo pusieron", con este mensaje, la celebritie ha zanjado la polémica... Sin embargo, ha sido su cuñado Travis Barker el que ha generado un gran revuelo con motivo de su ingreso de urgencia en el hospital.
Travis Barker, marido de Kourtney Kardashian, ha preocupado a todos los miembros del clan debido a su grave estado de salud. Aunque, por el momento, no han trascendido los motivos de su ingreso hospitalario, el último mensaje que ha lanzado su hija en redes sociales ha hecho saltar todas las alarmas: "Por favor, mandad vuestras oraciones", ha escrito Alabama Barker.
Kourtney Kardashian, por su parte, no se ha separado de Travis Barker en ningún solo momento. El batería del grupo Blink-182, tal y como ha contado el portal TMZ en exclusiva, comenzó a sentirse mal y acudió al centro médico de atención primaria al que suele ir normalmente. Allí, se dieron cuenta que el músico necesitaba otro tipo de cuidados que allí no le podían dar y tomaron la decisión de llevarle Centro Médico Cedars-Sinai. El misterio en torno a esta hospitalización no deja de crecer y la hermana de Kim ha querido mantenerse en un segundo plano y evitar hablar ante los medios.
Este susto de salud llega justo después de haberse convertido en marido y mujer el pasado mes de mayo. Primero, se casaron en Las Vegas, más tarde se dieron el 'sí, quiero' en una ceremonia civil en California y, por último, pusieron el broche de oro a su amor en una fiesta celebrada en un castillo italiano en Portofino rodeados de amigos y familiares.