Apenas le quedan poco más de dos semanas para dejar libre el que ha sido en los últimos años el domicilio familiar de Toño Sanchís y los suyos. La vivienda, situada en Villafranca del Pardillo, cerca de Madrid, estaba embargada y desde el pasado martes ha entrado en subasta pública al no haber satisfecho el representante las deudas que todavía mantiene.
El juzgado le dio 20 días, a contar desde el pasado 29 de enero, para abandonar la casa, que será adjudicada a su nuevo propietario el próximo 18 de febrero. Un nuevo propietario que muy bien podría ser Belén Esteban, ya que ella, como demandante, puede pujar por el inmueble sin necesidad de tener que depositar el cinco por ciento del precio de salida, fijado en unos 260.000 euros, como sí tienen que hacerlo el resto de personas interesadas en adquirirlo.
Esta claro que con tan poco margen de tiempo, en uno de estos días tendríamos que ver ya los camiones de mudanza, así como a Toño y su mujer cargando con los enseres de toda una vida. Pero Toño no quiere testigos y al ver a las cámaras y a los redactores a las puertas de su casa, ha llamado a la policía.
Una patrulla se ha presentado a las puertas dela vivienda, ha hablado con los periodistas, pero al estar en la calle estos no incumplen ninguna norma, de modo que los agentes se han dirigido a la casa de Toño Sanchís y durante unos diez minutos han estado hablando con él, imaginamos que para informarle de que no pueden hacer nada.
Estos días se habla de que quizá Toño Sanchís se guarda un as bajo la manga. Llama la atención que él y su familia sigan viviendo en la casa con total normalidad. Se cree que es posible que alguien de su entorno puje por la casa en un último momento. Toño no puede hacerlo, pero sí otra persona que podría actuar en su nombre.