Que no cunda el pánico. Toñi Morenoestá disfrutando de un plácido embarazo, a pesar de los últimos pequeños incidentes. Sin embargo, como cualquier mujer cuyo estado de gestación va progresando, a veces las hormonas y el ánimo le juegan una mala pasada. Sobre todo a la hora de arrancar el día, como le ha pasado este martes durante la sesión de entrenamiento premamá que tenía programa esta mañana.
La presentadora de 'MYHYV', embarazada a los 46 años de su primera hija, a la que llamará Lola, no podía con su alma, literalmente. Con su desparpajo y naturalidad habituales, Toñi no estaba para muchos meneos, y así se lo contaba a su preparadora física Raquel López y a sus seguidores, a través de 'stories'.
"La verdad es que estoy fatal. Estoy que no puedo. No sé ni como me llamo", confesaba con cara cansada, pero sin poder reprimir las ganas de reír que le producía la situación. Y es que Toñi, a pesar de estos pequeños 'baches' típicos del embarazo, está pasando por su etapa personal más feliz y de mayor plenitud personal.
La conductora de programas de Mediaset seguía bromeando entre carcajadas: "Esto no es fácil. Los que dijeron que el mejor estado de la mujer era el embarazo era un tío". Su entrenadora intentaba animarla e insuflarle la energía necesaria para empezar la sesión de ejercicios. Porque sí, ni siquiera la habían empezado. "¿Cuánto vamos a entrenar hoy?", le interpelaba Raquel. Y Toñi pedía, pícara, clemencia: "Cinco minutos". ¡Cuántas personas se habrán sentido identificadas con el estado de ánimo de la periodista en algún momento, esté o no esté embarazada! Con lo bien que se está en la cama...
"Mira qué fea estoy", continuaba Toñi, consciente de que no hablaba ella, sino el desequilibrio de hormonas, pues si algo es evidente, es que el embarazo le está sentando muy bien. "Estás cansada, pero ahora vamos a hacer un poquito de ejercicio", la animaba la preparadora. Moreno asumía que no iba a convencer Raquel para que se apiadara de ella y adelantaba en qué iba a concentrar sus esfuerzos, entre un ataque de risa incontrolable: "¡Voy a poner en orden mi suelo pélvico!". ¡Mucho ánimo, Toñi!