Ya ha llegado el gran día. A pesar del bombazo de las grabaciones que ayer parecía que podía hacer temblar los cimientos del clan Pantoja, los preparativos de celebración han seguido adelante, por lo que Kiko Rivera e Irene Rosales se habrán convertido en marido y mujer alrededor de las 18h de la tarde. La cuenta atrás empezó ya ayer mismo, poco después de la polémica. El hijo de Isabel Pantoja aprovechó la tarde para ultimar detalles: recoger su chaqué y llevarlo a la Hacienda los Parrales, retocarse las cejas...
Después de todo esto, la idea era relajarse e irse de cena con los amigos, pero el imprevisto de las grabaciones le obligó a incluir un pequeño cambio de planes en la víspera de su boda: reunirse con su madre. Según han explicado en 'Sálvame', Kiko acudió al encuentro de su madre sobre las once de la noche y salió un rato después con semblante serio. Antes de eso, se habría encargado de enviar un mensaje masivo a todos los amigos invitados a la boda diciendo que esperaba que ninguno de ellos fuera el topo, según cuentan también en el programa. Sin embargo, mantuvo su plan nocturno y disfrutó de una cena con los amigos que venían de fuera para la boda.
Pero tras la noche llega el día, y nada ha impedido que llegara el día de la boda. Como si nada hubiera pasado, la Hacienda los Parrales ha empezado su actividad esta misma mañana: a primera hora llegaban las maquilladoras, que han tenido que modificar algunos elementos, como las luces de un espejo, para poder hacer bien su trabajo. A las 12 del mediodía hacía su aparición Irene y una hora después, protegida por una sábana negra que rodeaba todo el coche que la transportaba, llegaba Isabel Pantoja. La tonadillera ha pasado la noche en un hotel junto a su madre, Ana Martín, y algunos miembros íntimos de su club de fans. El novio es el que más se ha hecho esperar: ha llegado a las tres menos veinte para comer su madre y su futura esposa antes de empezar a arreglarse, ya que han alquilado la finca para ello.
El resto de los invitados, unos 350, han ido llegando a la Hacienda en autobuses que los han ido a recoger a los hoteles en los que han pasado la noche. Se comenta que, tal y como se hizo en el bautizo de su hija, en esta ocasión también se podrían incautar los móviles a los invitados, un dato que ejemplifica la extrema vigilancia del evento para evitar que los topos actúen... En cuanto a la organización, se ha contratado la misma que se encargó del mencionado bautizo, mientras que para los camareros, según se comentaba ayer en 'Sálvame', se ha llevado a cabo un casting para elegirlos. ¿Los requisitos? Tenía que ser gente guapa, joven (por debajo de 35 años) y de nacionalidad española. Como dato curioso, decir que Irene trabajó con un catering en esta misma finca en la que hoy celebra su boda.
Una boda que, finalmente, se ha celebrado con una hora de retraso debido a, según 'Sálvame', la ausencia del hijo de Kiko Rivera. Finalmente han podido casarse con su hijo presente y no han tardado en vivir los primeros momentos emotivos del enlace: Kiko le ha dedicado una canción a Irene, Isabel Pantoja unas tiernas palabras a la pareja en su blog, y Chabelita un emotivo discurso dirigido a su hermano que ha hecho llorar a todos los presentes. La familia al completo se ha prodigado un amor sin límites durante la ceremonia, tras la cual llegaba la fiesta. Y cómo no, ahí Kiko vuelve a ser el rey. Precisamente porque no hay fiesta que se le escape, ha decidido que, además de ser el novio, en su boda también quiere ser el DJ. ¡Y así será! No os perdáis nuestra galería de fotos, ¡porque os contamos todo esto y mucho más!