El intercambio de ataques que vivió la audiencia de ‘Supervivientes’ entre Alba Carrillo y Laura Matamoros seguro que hizo a más de uno tener pesadillas anoche. Tan agresiva se puso la situación, que Lucía y su hija volvieron (sí, otra vez) a plantearse que debían abandonar el concurso.
Ninguna fue mejor que la otra. En un duelo en el que solo valía una cosa: hacerse el mayor daño posible, todas perdieron.
Lo más curioso de todo es que semejante pitote se formó por una persona que no estaba presente. Que ni si quiera es concursante. Kiko Matamoros. Parece que Lucía Pariente no quiere ponerse al ‘eje del mal’ en su contra, y las Mellis son muy amigas del colaborador de ‘Sálvame’. Madre e hija se encontraban sumidas en una enorme discusión con las mujeres más idénticas que han pisado el reality, cuando Laura trató de mediar. Le molestaba que el nombre de su padre, que no es participante, fuera usado por sus compañeras de edición y les reprochó que son ellas las primeras que le han usado en alguna ocasión. “A Alba le preocupa que mi padre hable de ella, como se ha preocupado siempre en llamar a personas para que estas llamaran a mi padre y le pidieran que se mantuviera al margen”, arrancaba Matamoros. “¿Personas? ¿qué personas?”, “tú lo sabes perfectamente”. Laura se refería a Fonsi, expareja de Carrillo, y amigo personal suyo y de su padre. Y ahí se armó.
Para colmo de males, Laura ya estaba ‘calentita’ pues sabía de buena tinta que Lucía se había dedicado a llamar “gilipollas esférico” (el insulto es feísimo, pero también maravillosamente original) a su padre, y eso sí que no, que los hijos Matamoros podrán tener todas las tiranteces con su progenitor pero no toleran que nadie lo critique en su presencia.
Tras varias “cortas de mente” y “manipuladoras”, la tensión alcanzaba su punto álgido en la pausa publicitaria. Laura había escuchado cómo Carrillo también lanzaba dardos envenenados contra su amiga Marta (no olvidemos que es la mujer de Fonsi) y ha terminado explotando y llevándose todo a su paso, incluyendo las ganas de continuar en el reality de Alba y de su madre. Sin estar en directo, Matamoros recriminaba a la modelo que ha vendido absolutamente todo de su vida, incluido “cómo folla”. Tras escuchar esto, Carrillo se ha sentido especialmente ofendida y le ha parecido que estaban metiéndose con su hijo (¿?), ella y su madre han agarrado el petate y estaban (una semana más) convencidas de querer marcharse.
Finalmente ha sido Pariente quien se ha marchado, pues ha sido la expulsada de la semana, y Alba continuará su aventura para demostrar a todos no deben “demonizar” a su madre.