Todo sobre Jesús Calleja: expeluquero, padre de tres hijos y amante de la aventura extrema

Si hay algo que Jesús no perdona es pasar tiempo con los suyos. Mantiene una relación especialmente estrecha con su hermano Kike quien le ha acompañado en muchas de sus aventuras más arriesgadas. 

Un viaje a Nepal le cambió radicalmente la vida. Allí conoció a un joven que vivía en la calle y tenía tuberculosis: "Decidí hacerme cargo de él y llevármelo a España para curarlo. Al final lo adopté", afirmaba con enorme orgullo, gesto que repetía años después con un amigo de su hijo y su hermana: "Actualmente están los tres casados y soy abuelo por partida triple", decía con una enorme sonrisa. 

Si algo le ha quitado su trabajo es tiempo para el amor pero no se arrepiente y es que al echar la vista atrás se considera un hombre muy afortunado. Son sus mascotas quien a su llegada a casa le dan ese cariño que necesita. 

No lo oculta. Su pasión por el deporte es tal que para él es imposible imaginar su vida sin él. De hecho tiene un pequeño gimnasio en casa. Sea como fuere, el carácter amable y divertido de Calleja ha conseguido hacerse con un enorme hueco en el corazón del público y él no piensa desperdiciarlo.