Más motivos para amar fuerte a Carmen Baldwin. El viaje por España de los Baldwin nos ha hecho adorar más aún a esta niña que se ha pasado todos los días subida a unos taconcillos de gitana rojos con lunares blancos. La pequeña, que habla español fluido gracias a su madre, Hilaria, que nació aquí, lo usa para comunicarse con ella y con Rafael; así sus hijos, además de dominar el inglés propio del país en el que viven, Estados Unidos, llevan incorporado uno más. Ser bilingüe solo trae ventajas.
Alec, Hilaria, Carmen y Rafa han visitado España durante algunos días, donde han podido pasear por Madrid, visitar Toledo, ponerse morados en los estupendos restaurantes a los que han acudido y dormir como reyes, ya que la familia se ha hospedado en el Ritz.
Pero quien verdaderamente ha disfrutado este viaje familiar ha sido Carmen. La niña se lo ha pasado bomba. Ha hecho amistades con otros niños de aquí, ha comido trufas y se lleva el mejor souvenir de todos: unos tacones de flamenca. Con ellos en los pies ha recorrido Madrid entero y parte de Toledo, algo que le hacía especial gracia a su madre, puesto que pocas mujeres se atreven a ir con tacones por el complicado suelo de la que un día fuera capital visigoda. El adoquinado es mortal cuando una anda en tacones, pero eso no hizo que la ‘gitanilla rubia’ se achantara. La pequeña, que se la ve de lo más coqueta, paseó sin miedo por todos lados con sus mini-tacones.
Unas vacaciones que comenzaron hace una semana y que suponen la primera visita de Rafael a la tierra de su madre. El niño nació hace seis meses y ya se observa en él un asombroso parecido con su hermana mayor e incluso podríamos entrever en él alguna semejanza con Ireland, la hija que tuvo Alec con su anterior mujer, Kim Bassinger. Los genes de los Baldwin, que son de lo más dominantes.
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