Este 1 de junio se ha convertido en la fecha más importante para Pedro Sánchez. El Secretario General de los socialistas entraba como líder de a oposición y ha salido como nuevo presidente del Gobierno. La sentencia del 'caso Gürtel' precipitaba la moción de censura presentada por Sánchez a Mariano Rajoy, que ha significado su salida del Ejecutivo. La Moncloa, por lo tanto, se prepara para los nuevos inquilinos y el cabeza de partido del PP y su mujer, Elvira Fernández, les toca este fin de semana empaquetar sus pertenencias y abandonarla.
Desde la tribuna de los invitados en el Hemiciclo, ha habido una persona que no ha perdido ni el más mínimo detalle de todo lo que ha pasado en la Cámara Baja en las últimas horas. Una mujer que, en silencio, ha insuflado a Sánchez toda la energía posible en los momentos más frenéticos y tensos, y que nunca ha perdido la confianza en él, ni en ésta ni en otras batallas: su mujer Begoña Gómez.
Con Pedro Sánchez como nuevo presidente de país, la 'primera dama' de su corazón es ahora la que despierta tanto interés como los próximos pasos de su marido.
Criada en León, Begoña Gómez Fernández nació en Bilbao hace 42 años. Trabaja en el campo del Marketing como asesora y actualmente concentra sus esfuerzos en conseguir fondos Captación de Fondos para el Tercer Sector en la Universidad Complutense de Madrid. Tiene un carácter abiertamente altruista y ha trabajado para otras entidades sin ánimo de lucro y ONG's.
Pedro contaba con 31 años cuando acudió a la fiesta de unos amigos y el flechazo con ella fue instantáneo, como ha explicado en diversas entrevistas de televisión. A pesar de la química evidente entre ambos, Begoña no se lo puso nada fácil. "Me enamoré con 31 perdidamente de mi mujer. Fue en la casa de un amigo mío en una fiesta de cumpleaños. Tuve que empeñarme mucho unas cuantas veces. Me lo puso difícil".
Tras un tiempo de relación, fue el político el que dejó su "cepillo de dientes" en el piso de la que ahora es su mujer. Una amplia vivienda llena de vida, situada en La Latina , que acabó convirtiéndose en su primer hogar.
Su primera hija, Ainhoa, llegó a sus vidas en 2005. Desbordados de alegría, Pedro y Begoña se casaron por lo civil al año siguiente, después de una íntima y bonita pedida de mano. "Le pedí matrimonio en un restaurante y fue muy bonito, porque mi hija mayor era muy pequeñita, poco más de un año, la pusimos muy mona", ha explicado el nuevo presidente. Completaron la familia en 2007, cuando dieron la bienvenida a su hija Carlota.
La suya es una romántica historia de amor, pues si algo ha destacado Begoña de su marido es su "romanticismo", el auténtico motor de su relación. Pedro está enamorado de ella como el primer día, y le demostrado su amor en numerosas ocasiones: "Me ha escrito cartas de amor. Lo tengo todo guardado en un baúl pequeño de madera".
"Constructiva, positiva, siempre mira las cosas buenas de la vida", son las palabras que ha usado su marido para describir su carácter. Ambos forman un equipo perfectamente compenetrado.
Una de las debilidades de la mujer de Sánchez es la música, y la hemos podido ver en conciertos de 'indie pop', acompañada de amigos. Entre sus intérpretes favoritos están los españoles La Habitación Roja y la islandesa Björk.
La elegancia de Begoña no ha pasado desapercibida y su estilo es funcional y discreto, a la par que juvenil y femenino.