Fue su noche más emocionante. ¿Quién le iba a decir a la benjamina del grupo que acabaría convertida en la favorita del público? Aitana brilló con luz propia. Consiguió meterse al jurado en el bolsillo, a los espectadores, al presentador y hasta a los que ayer decidieron no ver Operación triunfo. Es imposible no rendirse ante su enorme talento y su encanto desbordante. Sí, nosotros también queríamos que fuese la favorita, ¿QUÉ PASA?
Cuando se emitió el primero Operación triunfo, Aitana tenía tan solo dos años. Seguro que escuchaba las canciones de fondo -imposible encontrar un hogar en 2001 que no estuviese pegado a las aventuras musicales de Rosa, Bisbal o Chenoa-, pero de ahí a que le marcase de por vida, igual tampoco. Dieciséis años después, reina en la nueva edición del formato como la primera de las favoritas de la audiencia. Un enorme salto que, anoche, la pobre no sabía ni cómo digerir. Estaba tan nerviosa que casi no le salían las palabras.
Barcelonesa de 18 años recién cumplidos -la benjamina, ya sabéis-, vive con sus padres en Sant Climent de Llobregat. Ha estudiado bachillerato artístico y tenía en mente dedicarse al diseño, hasta que, claro, OT se cruzó en su camino. Se presentó al casting de la edición y encantó a todos con su voz y su carisma. En cosa de una semana, Aitana ha mejorado a pasos agigantados. En la primera de las galas, se olvidó de la letra y tuvo un pequeño traspiés, pero anoche, enmendó todos los errores.
La joven compartió escenario con Cepeda para interpretar el tema No puedo vivir sin ti. Ambos se entregaron a tope pero Aitana consiguió llevarse la mejor parte. Emocionó al público y también al jurado. Pese a estar salvada de las nominaciones por ser la favorita, Mónica Naranjo quiso destacar su actuación. “Si vieras lo mucho que me conmueve escucharte”, le dijo. “Tu manera de desarrollar una canción tan bonita como esta hace que pase de sencillo a exquisito”. Unas palabras que dejaron a la concursante al borde del llanto.
Aitana toca el piano y comenzó a cantar cuando tenía doce años. Es espontánea, divertida y se ha ganado a sus compañeros en cosa de una semana. Claro que ser la más pequeña de la Academia también tiene sus ventajas. Por el momento, le toca una semana tranquila, aunque no debe confiarse. Los otros favoritos, Amaia y Roi, vienen pisando fuerte.