“Entramos a GH DÚO no para ganar, sino para igualar”, dijeron Kiko Rivera e Irene Rosales, cuando hablaron con Jorge Javier de su complicadísima situación económica. ¿Qué querían decir con esto? Que todo lo que saquen de su paso por el reality tendrá un único objetivo: pagar sus cuantiosas deudas.
‘El programa de Ana Rosa’ ha tenido acceso a esos pufos y la situación provoca escalofríos. Para empezar, la pareja debe 85.000 euros, la duda de mayor precio, a Hacienda que, más los interesas por el impago, se monta en casi 95.000 euros. Además de este, también tienen abiertos otros dos frentes más: uno con el loft que el hijo de Pantoja compró en Alcobendas y del que no ha pagado ni una sola comunidad, ascendiendo su deuda a los 24.000 euros con la comunidad de vecinos. Y, por último, trampas con diferentes discotecas y salas en las que Kiko debió haber actuado pero les dejó colgados. Tras llevarle a juicio, una de estas consiguió que el Juez les diera la razón, por lo que Rivera les debe casi 5.000 euros, incluyendo los intereses.
Por lo tanto, todo lo que consiga ganar en el programa será embargado, primero por Hacienda, que es el organismo que primero cobra, y, después, tendrá que ponerse al día con el resto de acreedores. Se ha dicho que el caché de Irene y el de Kiko es de los más altos de la edición, puesto que cobrarían 35.000 y 45.000, respectivamente y por semana. Una buena tajada que les ayudará a poner a cero los marcadores de las deudas y empezar, como desean, una vida relajada con sus hijas, en la que todo lo ganado sea para disfrutarlo con ellas.