Este jueves 29 de junio, la hija mayor de Rocío Carrrasco y Antonio David Flores acudía por primera vez a un plató televisivo para recibir a su tía Gloria Camila, esa que tantas veces ha criticado a la primera, en lo que muchos han interpretado como la estocada final en una relación materno finial que agoniza desde hace años.
Una vez más, Rocío decidió tomar partido en una guera que arrancó con la muerte de la Jurado. La familia quedó entonces rota, por un lado su hija mayor y Fidel, y por otra el resto. La veinteañera tiene muy claro dónde posicionarse.
Ro, como la conoce su familia, no ha parado de lanzar dardos a su madre biológica, siendo uno de los más fuertes el que se refirió a Olga Moreno, mujer de su padre, como su verdadera madre. Ella se ha convertido en uno de sus principales apoyos, y le agradece que siempre haya estado ahí para ella. “Un millón de felicidades a una de las personas más importantes de mi vida”, le escribía meses atrás, “muchas gracias por esos momentos, por las risas y por los llantos, que gracias a ellos estamos unidas”. Era el cumpleaños de la que considera su pilar sellaba su dedicatoria con un sentido “No me faltes nunca, te adoro”. Estas palabras, además de expresar su tremendo cariño por la persona que comparte su vida desde que era niña (Olga empezó a salir con David cuando la pequeña contaba con 5 años).
Se marchó a vivir con su padre en cuanto tuvo oportunidad, hace cuatro años. Una fuerte discusión entre madre e hija puso fin a su convivencia. La niña estaba cansada de escuchar comentarios maliciosos acerca de su padre y tomó la decisión de marcharse con él, quien realmente la comprendía. Desde entonces, vive a caballo entre Madrid y Málaga. Se desvive por sus hermanos menores, David, fruto de la relación de su padre con Carrasco Mohedano, y la pequeña Lola, nacida del matrimonio Flores-Moreno.
Uno de los episodios más duros de la veinteañera, y que evidencian el mal estado de salud de la relación con su madre, tuvo lugar en una red social, cuando ella aún era menor de edad y se acaba de marchar a vivir con su padre. En esta red, dedicada a hacer preguntas, un usuario quiso saber que cómo estaba la relación con su madre, ella respondió que su madre era Olga.
Durante estos cuatro años que ha vivido apartada de Rocío Carrasco, no se ha producido ninguna llamada, una llamada que, seguro que en su fuero interno, la joven desearía que se produjera, y así, por fin, poder poner fin a tantos años de sufrimiento y dolor.