Valencia se ha vestido de gala para acoger la gran boda del príncipe Louis Nicolas Crépy de Orleans (28 años) y Carolina Torio Ballester. La pareja ha puesto el broche de oro a su bonita y discreta historia de amor con una ceremonia religiosa que ha tenido lugar en la Catedral de Valencia ante más de 200 invitados, un lugar muy especial para la novia ya que fue allí donde sus padres se dieron el 'sí, quiero' hace más de 30 años.
Entre los ilustres invitados ha llamado la atención la presencia de Ainhoa Arteta, quien ha contado con un papel protagonista al cantar a los novios durante la ceremonia. A pesar de estar invitados, ningún miembro de la familia del Rey ha hecho acto de presencia en la catedral.
El vestido de la novia: el secreto mejor guardado
Tal y como manda la tradición, Carolina Torio Ballester llegaba al templo unos minutos más tarde de lo previsto acompañada de su padre y padrino. La joven, visiblemente nerviosa, dejaba al descubierto el secreto mejor guardado en una boda: el vestido. Ha recurrido a un diseño confeccionado en crepè de corte clásico con manga francesa y un favorecedor escote en V bordado. La radiante novia que llegaba a la catedral en un coche clásico, ha lucido el velo sobre el rostro, pero eso no nos ha impedido ver la tiara que decoraba su cabeza, una sencilla pieza familiar de platino.
Cordon Press
Los recién casados se conocieron siendo solo unos adolescentes por un grupo de amigos en común. Aunque su conexión fue inmediata, ambos siguieron adelante con su formación lejos de España, esto marcó que los inicios de su relación estuvieran marcados por la distancia. De aquella época ha pasado más de una década y en la actualidad residen en Madrid donde Carolina trabaja en la popular farmacéutica Pharmalex mientras que él forma parte del departamento de marketing de Pescanova.
Beatriz de Orleans, orgullosa y feliz, no falta a la boda de su nieto
Con permiso de los novios, la princesa Beatriz de Orleans ha acaparado buena parte del protagonismo a su llegada a la Catedral de Valencia. Fiel a su estilo, ha optado por un cómodo vestido tipo túnica en color rosa palo con un llamativo escote plagado de pedrería. No faltaba una diadema XXL, bolso de mano a juego y un abanico para hacer frente al buen tiempo que todavía hace en la ciudad.
Cordon Press