Dos gemelas tan iguales por fuera, como distintas por dentro. Carmen Cervera, Tita, se volvió a aventurar en el mundo de la maternidad hace 18 años. Borja Thyssen, su primogénito, ya era un hombre adulto a punto de fundar su propia familia al lado de Blanca Cuesta; pero la baronesa quería más. Sentía que todavía podía vivir la crianza y la maternidad de un modo completamente diferente. Fue así como vinieron al mundo, a través de un vientre de alquiler, las gemelas Carmen y Sabina; de las que hemos sabido poquísimo hasta este momento. Pero ahora, cuando el próximo julio cumplirán la mayoría de edad, su madre se atreve a destapar cómo son realmente estas dos adolescentes.
Tita Cervera, en entrevista con ‘Espejo Público’, no teme definirse como una gran madre, satisfecha con el trabajo que ha realizado con sus tres descendientes. “Soy de reñir poco”, reconoce y su única aspiración es que sus hijas sean chicas “normales”, califica.
Carmen, la hija mayor y estudiosa y Sabina, la menor y soñadora
Carmen, que vino al mundo la primera y lleva el nombre de su madre, es la aplicada de las dos; y, como si estuviésemos viendo una serie de los noventa, Sabina, la menor, tiene un perfil más bohemio. “La mayor quiere ir a la universidad. Es una de las mejores estudiantes de su colegio. Ella solo estudia, estudia y estudia. A veces le digo que pare, pero ella me dice “mamá, tengo nosecuantos exámenes hoy” y yo entonces le digo 'Carmen, sarna con gusto no pica’”. O, lo que viene siendo lo mismo, si quieres ir a una buena universidad, debe tener unas calificaciones excelentes.
Por el contrario, Sabina parece que es un espíritu mucho más libre. “Carmen es como mi madre, seria”, y la pequeña parece que ha heredado de su progenitora toda la vena artística que esta siempre ha tenido. Y es que, conviene recordar que, antes de dedicar su vida al arte pictórico, Tita Cervera probó suerte como actriz. La entonces mujer de Espartaco Santoni deseaba desarrollar su carrera entre escenarios y focos. “Sabina se llama como mi abuela. Y ella es más artista, le encanta dibujar y hace cómics. Te coge el acento de cualquier idioma, te hace de una rusa, de una americana….”. La vía de la interpretación y el gusto por el arte, le viene de casta.
Aún así, Tita Cervera tiene claro que Carmen sería la perfecta heredera de todo su imperio y de su buen olfato para los negocios. La baronesa logró disparar hasta la estratosfera la fama de la colección de arte de su esposo y auparlo como uno de los museos de referencia de nuestro país.
Carmen y Sabina, hijas de Carmen Cervera, ¿con novio?
Tita Cervera no quiere oír ni hablar de que sus hijas se casen jóvenes. Para hacerlo tienen mucha vida por delante. Pero no teme que las adolescentes vivan sus primeras ilusiones, de hecho, “le gusta que se lo cuenten”, que las chicas tengan esa confianza con su madre y la libertad para poder hablar sin miedos; pues saben que no van a recibir como respuesta un “qué horror, qué pena…”.