‘Sálvame Deluxe’ ha acogido, por primera vez, una nueva entrega del docu-reality de Las Campos, que ha pillado a madre e hijas desperdigadas. Terelu enclaustrada en Guadalix hasta el domingo, Teresa en casa. “No lo pasa bien con estas cosas”, confesaba Carmen, que fue la única presente en el plató, ejerciendo de estrella del programa.
“Terelu siempre ha sido exagerada para todo” decía María Teresa de su hija mayor. Y hemos visto a las dos hermanas cómo revivían su infancia y sus años mozos en su Málaga natal. Terelu recordaba, mientras paseaba por el parque, la primera vez que se besó con un chico. “Ese tío me trajo aquí y me dio un beso en la boca, me metió la lengua, y me dio tanto asco que no lo volví a ver más” confesaba Terelu, mientras Carmen le decía “pareces tonta del culo. Meterte la lengua es lo normal”. “¡Qué va a ser normal!”, le contestaba Terelu, enfrascadas ambas en una conversación de quinceañeras, ambas con vestido corto y botas camperas.
Muy compenetradas, tanto que incluso han compartido noviete. “Yo de joven ligaba más que mi hermana, pero de mayor es ella quien ha ligado más que yo”, decía Carmen. Kiko Matamoros le ha preguntado si sentía envidia de algunas de las parejas que ha tenido Terelu. “No, gracias”, contestaba Carmen, ante la mirada de incomprensión de Terelu.
En esta nueva entrega Terelu sigue sin ponerse a dieta. Tomando Acurius a falta de Coca-Cola Light. “Ya estamos con la Zero de mierda, que me mata”, mientras le suplicaba a Carmen un trozo de su bocadillo de mortadela.
Las Campos tuvieron tiempo para ir de shopping por la comercial calle Larios. “Eso es lo que tenemos las Campos que somos compradoras compulsivas, pero la que más Terelu”, decía Carmen.
Tras las compras, las dos hermanas quisieron darle una sorpresa a su madre, a la que llevaron al Tivoli de Benalmádena, donde su padre trabajaba como director técnico. En el camino, mientras Carmen y Teresa intercambiaban anécdotas, Terelu prefirió desconectar y echarse una cabezadita tras haberse quitado los zapatos.
Las reacciones no se han hecho esperar. La vida de Las Campos provoca filias y fobias, que tanto Carmen como Terelu torean a la perfección. Teresa, por su parte, no lo pasa bien. Sin embargo, “hacemos el programa para que la gente tenga su reacción, para bien o para mal”, ha dicho una convencida Carmen.