Sobre las 11 y media de la mañana, Teresa Campos ha salido por las puertas del hospital de La Luz, en Madrid, donde ha estado ingresada desde el pasado sábado y donde fue intervenida de una suboclusión intestinal.
Teresa, muy arreglada y feliz, habló con los periodistas apostados a la puerta del hospital. "No me gustaría ser la enferma permanente. Me ha costado superar un cáncer. Me considero una persona que tiene mucha potra. Soy afortunada. El sábado pasado a estas horas estaba rabiando de dolor y, en esos momentos, hay que irse a urgencias. Hay cosas que no sabemos qué son y mejor que te miren. Cuando por fin supieron lo que era y el doctor Calleja me dijo que me tenían que operar ahora mismo, le dije que sí, qué remedio".
Teresa no ha podido evitar emocionarse. "No voy a llorar", pero lloró. "Quiero que sepáis lo que significan para mí mis hijas", dijo con la voz entrecortada.
Quien no ha estado ha sido Bigote, enfermo de gripe desde hace varios días. "Os voy a dar un titular. Edmundo y yo nos hemos estado mensajeando por whatsapp y por video conferencia, como empezó nuestra relación".
Carmen Borrego confesó que su madre "lo ha pasado muy mal. Pero ahora lo que hay que hacer es ir a casa, cuidar la dieta y recuperarse".