Pocos ex con la complicidad y buen rollo de Terelu Campos y Alejandro Rubio, quienes, volvieron a reunirse con motivo del 21 cumpleaños de su hija en común, Alejandra Rubio. La joven soplaba velas acompañada de algunos de sus pilares fundamentales, sus progenitores, su chico y dos buenos amigos. Estrictamente los permitidos para poder ocupar una mesa en una terraza. La joven está siendo muy respetuosa con las medidas anti-Covid, enfermedad que ya superó el pasado verano.
El empresario óptico Alejandro Rubio está muy presente en la vida de Terelu. La pareja se separó cuando Alejandra era muy pequeña y, por el bien de la niña, siempre procuraron que la ruptura se desarrollara en los mejores términos, entendiendo que, a pesar de que el amor romántico entre ellos se había perdido, siempre iban a ser una familia. Unos términos que siempre han respetado y mantenido, de ahí que la aspirante a colaboradora se sienta de lo más arropada y protegida tanto por su padre como por su madre.
Terelu Campos es especialista en llevarse bien con sus ex parejas. Cuando se acaba el amor, siempre le queda la amistad con ellos, algo que se preocupa en cultivar y mantener. Los hombres que ocuparon su corazón, no dejan de existir sin más, pasan a otro plano en el que el respeto, la admiración y la complicidad siguen existiendo. El caldo de cultivo perfecto para que el buen rollo se siga manteniendo.
El pasado enero, en ‘Viva la vida’, Alejandra Rubio y su madre coincidían en plató y la hija contemplaba con asombro fotos e imágenes de cuando sus dos padres eran pareja, y la ahora pelirroja no podía mas que manifestar su absoluto asombro. A la joven le costaba ver a ambos progenitores con comportamientos románticos y le chirriaban los besos, pues ella era muy pequeña cuando se produjo la ruptura sentimental y no les recuerda en semejante tesitura. Para Alejandra, son dos buenos amigos que han hecho lo mejor para ella. El mejor regalo que ambos pudieron darle.