Hace menos de una semana, Carlota Corredera anunciaba que Terelu Campos se apartaba por un tiempo más o menos prolongado para hacerse unos "retoques estéticos". Justo antes de este momento, la colaboradora ofreció una desgarradora entrevista a Luz Sánchez-Mellado en El País, donde cuenta detalles de cómo está viviendo su lucha contra el cáncer. Y lo hace con esa mezcla de sinceridad, vulnerabilidad y fortaleza que ha enamorado a la audiencia. Su testimonio, más que nunca, se convierte en ejemplo de superación y en una ventana realista a la lucha que lidian las personas que padecen esta terrible enfermedad y su círculo íntimo.
Aunque, Terelu se volvía a incorporar recientemente al trabajo tras un verano complicado, marcado por su segundo cáncer de pecho, existe una realidad que ha querido enmascarar. Como dice la canción, el show debe continuar, y a la colaboradora televisiva le puede el sentido de la responsabilidad hacia su trabajo. Sin embargo, debajo de esa coraza, existe el dolor físico y un sufrimiento emocional. Con una sinceridad descarnada, confiesa: "Me duelen mucho los huesos por la medicación contra el cáncer".
Estas últimas semanas, la hermana de Carmen Borrego sufría importantes incomodidades a causa de un hematoma debajo de la axila, por lo que tenía que someterse a un drenaje.
Asimismo, la experiencia del miedo es un asunto recurrente de las declaraciones de Terelu pero, su reciente testimonio lo hace palpable, le da forma y carne. Una sensación que ha evitado por todos los medios transmitir a través de la pantalla. Una empresa, cuanto menos, hercúlea en ocasiones. "Ahora sé lo que es el miedo de verdad", reconoce. "Miedo a que esto se acabe. Miedo al sufrimiento de quienes quieres".
En este panorama, a Terelu, como a muchas otras mujeres en su situación, le ha tocado librar tres batallas fundamentales: la que mantiene contra la enfermedad y la que mantiene con el miedo y la que mantiene con ella misma. "Lucho, porque el miedo paraliza, y tengo que tomar decisiones", declara. Y es que, en su cáncer, manda ella sola, pero siempre "apoyada".