Toda final está cargada de nervios, tensión y muchas anécdotas. Y la gala final de 'Tu cara me suena' no iba a ser menos. El jurado de esta quinta edición, formado como todo el mundo sabe por Àngel Llàcer, Chenoa, Lolita y Carlos Latre, entró en plató disfrazado con esos hinchables tan divertidos con los que, de tanto en tanto, nos sorprende el presidente. Así, Lolita fue una simpática gordita en biquini, Chenoa entró a lomos de un colorido unicornio, Latre sobre un dinosaurio y Llàcer, con un traje de gala. Pero esa fue solo la primera imagen, porque una vez despojados de sus disfraces, todos estaban elegantísimos.
La gala, emitida en riguroso directo, comenzó a las 22.25 de la noche y acabó pasadas las 2, con gazapo horario por parte de Manel Fuentes que cuando eran la 1.32 de la noche dijo: "Son las 2.04, una hora menos en Canarias". Automáticamente, todo el mundo miró el reloj pensando ¿ya son las 2? Manel enseguida se dio cuenta del error y rectificó.
El ganador de la noche, Blas Cantó, caracterizado de Marc Anthony, estaba tan nervioso que durante su actuación, lanzó al público las gafas de sol, gesto que hizo sin saber muy bien porqué. ¿Y a quién le 'llovieron' esas gafas? A la tía de Lorena, que presenciaba la gala sentada al lado de la madre de la leridana. La mujer mostraba orgullosa su 'trofeo'. Al quedarse sin las gafas, tuvo que actuar sin ellas cuando repitió su imitación para cerrar la gala, la final y la quinta edición de 'Tu cara me suena'.
El que, como siempre, estaba más feliz que una perdiz, era Canco Rodríguez, que eligió a Bruno Mars para su actuación en la final. Fue el primero en caer -quedó quinto-, pero se llevó unas magníficas piernas depiladas y protagonizó el momento más romántico de la noche. Bruno Canco Mars le cantó el estribillo de 'Marry me' a su novia, Marta Nogal, presente entre el público. Canco y Marta se casan este verano, boda a la que, por cierto, están invitados todos los compañeros de Canco en 'Tu cara me suena'.
Claro que el momentazo de la noche fue para Lorena, caracterizada de Rocío Jurado, que, imbuida por el espíritu de la chipionera, movió tanto los brazos y con tanta fuerza que su pezón derecho sobresalió por encima del escote. Cosas que pasan cuando se interpreta a la más grande.