Un tatuaje en directo, el abrazo de un niño y sus discusiones domésticas con Eva Luna: así fue el concierto de Camilo en Madrid

Después de Aitana y David Bisbal, ha sido Camilo quién se ha subido, de la mano de Los40 Básico, a las tablas del teatro Eslava para deleitar con su música a sus mayores fans, a su tribu, a aquellos y aquellas que no han dejado de participar en los sorteos de entradas hasta lograr estar dentro. Porque no se trata de un concierto cualquiera, es un concierto muy íntimo, en una sala pequeña en la que hasta quién está en última fila, está cerca del escenario.

Y eso no es solo positivo para los fans, también lo es para el propio artista, pues es fácil sentirse en casa en un lugar en el que todos te quieren. Y es que si algo dejó claro Camilo es que sigue muy fiel a su lema, a la “revolución del amor”, algo que demostró desde que llegó de la mano de Eva Luna, de la que está pendiente en cada instante. De hecho, uno de los grandes momentos fue cuando ambos hicieron un juego propuesto por Tony Aguilar, conductor del evento, en el que ambos debían levantar una pala con su propia cara o con la del otro como respuesta a determinadas preguntas cotidianas del tiempo ‘¿Quién es más detallista?’ o ‘¿Quién suele hacer mejor la compra?’, y ni eso hizo que cayeran en un desacuerdo, los dos son uno, y no hubo pregunta alguna que respondieran de manera diferente, están sincronizados a la perfección.

Están sobre todo felices esperando la llegada de su segundo hijo o hija, Amaranto. Lo que convertirá a Índigo en hermana mayor, “ella está muy contenta, de momento cada mañana viene y saluda a su hermanita, porque ella habla de hermanita, no sé si será una intuición suya” decía Eva Luna, pero por ahora la pequeña está disfrutando de su última etapa como hija única y lo está haciendo a fondo. “Le han regalado unos tacones y se los pone todo el rato y no deja de taconear” decía Camino divertido. Y es que está disfrutando mucho de su etapa como papá, algo para lo que además se está formando. “Él lee mucho acerca del modelo de papás que queremos ser, de cómo hacer las cosas” explicaba Eva Luna, a lo que él respondía que es que debía estudiar porque a ella le sale normal hacerlo bien, él debía aprender, aseguraba encantado de hacerlo.

Pero si hubo algo que le dejó sin palabras fue una fan, una joven que no dudó en saltar al escenario para pedirle que le dibujara un tipi, símbolo de la tribu, que es como él llama a sus fans, con el objetivo de tatuárselo. Algo que hizo después de que la presidenta de su club de fans y una de sus amigas subieran al escenario y una pasara por el mismo proceso, aunque con la diferencia de irse, en el mismo momento del concierto, a tatuarse el dibujo. También le pusieron un video que le habían preparado explicando detalles sobre lo que implica para ellos escuchar su música, y el momento terminó con Camilo dando un enorme abrazo sobre el escenario a un niño que además de estar allí, había participado junto a su madre en la sorpresa.

El colombiano confesó que tiene identificadas a todas esas personas que le siguen a todas partes, y a veces saben de él casi más que el mismo. Como curiosidad contaron que el primer trabajo de Camilo fue como ayudante de su padre como apicultor, y lograron sonsacarle cual era su mote de niño; ‘Pan’ dijo entre risas, ‘Pancito’. Pues recuerda que sus padres tenían una panadería cuando él era pequeño y vendían pan incluso en su colegio, por ello el mote, que recuerda con cariño y sin vergüenza alguna. Fue una noche mágica para quienes le quieren, y fue una noche en la que él se mostró feliz, tranquilo, en confianza y con ganas de gustar y de hacer disfrutar.