Tania Llasera es de esas personas que sin tener alguna culpa, genera polémica con cada cosa que hace/dice/decide. Veréis: le criticaron los kilos que ganó tras haber dejado de fumar, el nombre de su hijo, su decisión de dar el pecho y también que dejara a su mascota, Mila, una perrita carlino preciosa, en una residencia canina mientras ella se hacía a Pepe. ¿También eso está mal? Pues parece que sí. En Internet abundan los ‘haters’ anónimos y sobra el tiempo libre. La peor combinación de todas.
Recientemente vivió una polémica a la que no daba crédito. Muchos de los usuarios de Instagram criticaban su decisión de haber llevado a Mila a un lugar en el que pudiera estar atendida mientras ella, como madre primeriza, se hacía cargo de las primeras semanas del bebé. No sabía cómo serían las tomas, el tiempo que tendría libre, ni si podría estar cuidando a su hijo y a la perrita tras una cesárea. Eso muchos Instagramers lo consideraron una especie de abandono, lo que enfadó sobremanera a Llasera. A todos ellos la presentadora y su compañera canina les sacan la lengua. No tengo por qué dar explicaciones, es mi perra y yo sé lo que es mejor para ella y para todos los de MI familia, y al que no le guste... aire. Gracias”. Pues más clara no ha podido ser.
Es fácil dar consejos sin conocer la situación y las limitaciones de cada uno. En Internet, como en la vida real, uno tiende a olvidarse de estas cuestiones, y critica sin saber, por eso está bien que Llasera, con lo sincera que ha sido siempre, hable sin tapujos de lo que la incomoda. No quiere que se la juzgue por la más mínima decisión que tome, porque jamás agradará a todos. Y lo más importante, solo se tiene que encargar de agradar a una persona: a ella misma.