Tamara Gorro estaba acompañando a su marido, Ezequiel Garay, en Gijón (Asturias) tras una operación a la que se tuvo que someter el futbolista por una grave lesión en la rodilla cuando la influencer se vio obligada a viajar de urgencia hasta Valencia al ser informada de que su hijo Antonio, de dos años, había sido ingresado.

Aunque en un principio, la influencer no quiso desvelar el diagnóstico que había llevado al pequeño hasta el hospital, mucho más tranquila, Tamara ha hablado abiertamente a través de su perfil de redes sociales sobre qué es lo que le pasa a su hijo.